«Yo no quiero nada, es mi hijo y se lo he perdonado desde el primer momento», ha indicado C.L.L. ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén encargado de juzgar este caso que ya ha quedado visto para sentencia.
La madre, que no ha ejercido la acusación particular, ha indicado al tribunal que todo ocurrió a raíz de una discusión que ambos emprendieron en el supermercado propiedad de C.L.L. y donde el acusado, F.J.R.L., de 24 años, trabajaba como empleado. La forma de hacer los pedidos derivó en una discusión entre madre e hijo en la que ella acabó recibiendo patadas propinadas con calzado de punta reforzada, puñetazos y cabezazos.
Durante toda su declaración C.L.L. ha intentado excusar a su hijo y ha apuntado que hubo «empujones y achuchones» por ambas partes y ha justificado la lesión de su ojo aludiendo a un «cabezazo fortuito» porque «los dos estábamos muy nerviosos y estresados».
Aunque según su madre no era la primera vez que le agredía, C.L.L. ha defendido a su hijo diciendo que está «muy arrepentido» y que él siempre ha sido «un niño muy madrero» y que para nada lo considera agresivo.
Testigo
Pese a su declaración, una empleada del supermercado de Begíjar (Jaén) donde ocurrieron los hechos ha declarado como testigo que la madre recibió múltiples patadas, puñetazos y cabezazos por parte de su hijo del que ha dicho que en el momento de la agresión estaba «hecho una furia».
Por su parte, F.J.R.L. ha dicho ante el tribunal estar «muy arrepentido» de lo ocurrido, pero se ha defendido argumentando que solo fue una discusión en la que su madre le dio un bofetón y acabaron dándose empujones con «la mala suerte» de que «chocamos las cabezas y le di en el ojo».
«Le pedí perdón en el mismo momento porque yo quiero a mi madre y no le quería hacer daño», ha dicho el joven acusado que desde el día en el que ocurrieron los hechos asegura no haber mantenido contacto alguno con su progenitora.
El Ministerio Fiscal ha mantenido la imposición de una condena de diez años y medio de cárcel por un delito de lesiones graves por pérdida de órgano vital y con el agravante de reincidencia.
Los hechos se remontan al 20 de enero de 2016 cuando madre e hijo se enzarzaron en una discusión que acabó con el ingreso hospitalario de la mujer y la pérdida de visión del ojo izquierdo.
El Ministerio Fiscal ha retirado su reclamación de indemnización en concepto de responsabilidad civil y que había situado inicialmente en 45.000 euros ya que la madre durante el juicio ha indicado que «es mi hijo y no le reclamo nada». Sí ha mantenido que se le imponga la prohibición de acercarse a menos de 200 metros y de comunicarse por cualquier medio con ella durante diez años.
Por su parte, la defensa del joven ha mantenido su petición de libre absolución, aunque subsidiariamente en el caso de que el tribunal decida su condena ha apuntado que se haga por un delito de lesiones por imprudencia penado en su caso por reincidencia con penas que van desde el año y medio a los tres años de cárcel.
«Fue una riña entre madre e hijo con la mala suerte de un resultado inesperado porque mi defendido no tenía intención de dejarla sin visión», ha dicho el abogado defensor Cristóbal Carrasco en su informe final ante el tribunal.
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