Centenares de personas concentradas desde primera hora de este viernes frente a la Casa Orsola, en el Eixample de Barcelona, han conseguido frenar el desahucio de Josep Torrent, un inquilino que denuncia que la propiedad quiere subirle el alquiler de 700 euros mensuales a 2.000.
Finalmente, la comitiva judicial ha aplazado hasta la madrugada del martes el desahucio de Josep, que se tenía que ejecutar este viernes en la Casa Orsola, un edificio del Eixample de Barcelona que ha comprado un fondo de inversiones para hacer alquileres de temporada y ante el que se han concentrado centenares de personas. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha informado de que la comitiva judicial ha acordado "aplazar el lanzamiento ante la imposibilidad de llevarlo a término en condiciones de seguridad".
El desahucio se ha aplazado hasta el martes a las 5:00 horas, según el Sindicat de Llogateres, una hora mucho más temprana pero que no ha disuadido a las entidades de defensa de la vivienda de volver a convocar otra protesta. En este sentido, el portavoz del Sindicat de Llogateres, Enric Aragonès, ha pedido desde el balcón de la Casa Orsola que se repita la movilización la noche del lunes al martes.
La mencionada comitiva ha llegado este viernes sobre las 10.23 horas para desalojar al vecino de la casa en la que vive desde hace 23 años. A la llegada de los enviados de los juzgados, desde un balcón del edificio, el portavoz del Sindicat de Llogateres ha instado a las personas concentradas en la calle a acercarse hasta la puerta para «no dejar espacio». Las personas en contra del desalojo -unas 500- han gritado 'Vergonya' y 'No s'entèn, gent sense casa, i casa sense gent', aunque, por el momento, no hay presencia policial.
Un centenar de personas han pasado la noche en su interior y en el exterior del edifico, acampados. A la espera de la comitiva judicial, la concentración frente a la Casa Orsola, en la calle Consell de Cent, ha obligado a cortar la circulación de vehículos en esa vía. En una gran pancarta colgada de la fachada del edificio puede leerse: «No se podrán desahuciar, defendemos la casa Orsola».
Los vecinos de la Casa Orsola denuncian que cuando el fondo de inversiones Lioness Inversiones compró las dos fincas del edificio, en octubre de 2021, informó a los inquilinos de que deberían abandonar sus hogares al finalizar sus contratos. Tres años después, Josep Torrent es el primer vecino del inmueble que se enfrenta a un desahucio, y denuncia que la propiedad quiere echar a todos los inquilinos para hacer alquileres de temporada, subiendo los alquileres de los 700 euros que él pagaba a los más de 2.000 que pagan los nuevos vecinos.
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