La actriz, a su llegada a los juzgados de Plaza de Castilla. | Efe - Rodrigo Jiménez

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El pasado jueves, la actriz Elisa Mouliaá declaró ante el juez Adolfo Carretero por el ‘caso Errejón’. Las redes se han hecho eco de la filtración de los vídeos en el que se ve a la denunciante y a Errejón contestar al magistrado, sin embargo, han sido muchos los usuarios que han denunciado el diferente ‘rasero’ que ha utilizado Carretero entre ambos implicados.

En el caso de la actriz, el juez se ha mostrado con un tono «machista y muy duro e incisivo. Parece que la culpable de todo es ella», han señalado algunos internautas, mientras que con Errejón ha exhibido cierta complicidad, «está mucho más relajado y parece más una conversación entre amigos que un interrogatorio».

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De esta forma, en los vídeos filtrados se puede observar como el magistrado se ha mostrado desde un primer momento, muy dubitativo con la versión de la denunciante, cuestionando su versión en varias ocasiones. Uno de los comentarios más cuestionados en redes ha sido sobre la polémica con los «tocamientos a la fuerza. Usted ha sido objeto de eso. No se entiende que continúe con este señor o no le diga algo».

Otro de los momentos que más ha revolucionado a los internautas tiene que ver con el tiempo que ha tardado Mouliaá en denunciar los actos de Errejón. De esta manera, el juez ha querido saber por qué ha tardado tres años en hacer públicos estos hechos. La actriz señaló en el interrogatorio que no quería hacerlo «por miedo», ya que tiene una hija. Sin embargo, la respuesta del magistrado ha sido muy cuestionada por el tono usado: «¿No sería que usted sí quería algo y, al no corresponderle, ahora le denuncia por haberse reído de usted?».

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha criticado el tipo de interrogatorio que se realizó el pasado jueves a la actriz Elisa Mouliáa. En su perfil de X, la ministra ha hecho pública su indignación ante lo que considera que esto revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia. « La LOGILS pone el consentimiento en el centro y ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas. El juez debe valorar las pruebas, no cuestionar a la víctima».