La reina Letizia, emocionada durante su visita a Paiporta este domingo. | Efe - Ana Escobar

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En la localidad valencia de Paiporta, la visita de los Reyes y los presidentes del Gobierno y la Generalitat se nubló por el notable disgusto de los afectados. Este domingo 3 de noviembre, el rey Felipe y la reina Letizia se enfrentaron a las lágrimas, ira y palabras de indignación de los valencianos. Ante la situación, doña Letizia no contuvo sus emociones y estalló junto a una mujer de la zona. El medio valenciano Las Provincias ha podido hablar con Alicia, la mujer que presenció las lágrima de la reina.

Alicia se encontraba en Paiporta cuando las protestas esporádicas llenaron de barro a la comitiva. En un momento en la que la guardia de la Reina Letizia se vino a bajo y rompió a llorar, la mujer estaba a su lado asegurándole que «no había visto nada de lo que ha pasado, que entrasen hacia el interior del pueblo». «Me ha llamado gente de todos sitios, de Italia, de Rumanía… dicen que estaba intentando consolar a la reina», ha compartido con el medio valenciano. Cuando lo que ella realmente trataba era contarle que la comitiva no había sido testigo de la magnitud del suceso.

En el momento en el que estallaron las lágrimas de la Reina, la afectada estuvo a su lado. «Sólo acertaba a decir: 'Lo siento, lo siento, lo siento… perdonad', movía la cabeza y lloraba, nada más», ha asegurado. Alicia, según ha compartido Las Provincias, se había desplazado a Paiporta junto a su pareja y otras personas a pedir más ayuda y reprochar la demora de la visita de las autoridades a la zona afectada, cinco días después de la DANA.

«Yo soy muy pacífica y valoro que hayan venido, al menos ellos han aguantado el chaparrón y no se han ido», ha relatado Alicia. «Yo solo quería decirle: 'Esto se podía haber evitado'. Y fue entonces cuando ella me abrazó a mí», ha compartido con la voz quebrada. Su pareja que también se encontraba allí se dirigió al rey Felipe. Según ha compartido la afectada, el hombre «le decía que podían haber enviado la ayuda mucho antes, que aquí hemos estado tres días sin que viniera nadie».

«A mí Paiporta me cambió la vida hace dos años. Desde el primer día cargué el coche de palas y enseres que me dio gente de la falla y me vine aquí», asegura la mujer. Alicia va habitualmente a Paiporta, es más, tenía que ir la tarde de las inundaciones, pero la escuela de fútbol a la que va su hijo suspendió el entrenamiento por la alerta roja. «Porque iba a llover mucho, por si caía un foco o algo. Eso nos dijeron», ha explicado. Actualmente, según Las Provincias, el polideportivo está totalmente destruido.