La psicóloga y sexóloga Susana Ivorra. | R.D.

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«No todas las víctimas son ideales, la mayoría no cumplen los estereotipos», asegura la psicóloga y sexóloga Susana Ivorra en relación a las críticas que está recibiendo la actriz Elisa Mouliaá tras denunciar a Íñigo Errejón por acoso sexual. Las redes sociales se han cebado contra la víctima por el comportamiento que tuvo. Uno de los reproches más habituales es que no debería haber ido a la casa del exportavoz de Sumar si este ya se había sobrepasado con ella. La propia afectada ha optado por defenderse ella misma de los comentarios que se han vertido contra ella.

Ivorra explica que «la víctima ideal o perfecta es aquella que alza la voz pero no demasiado, para hacer valer su dignidad. Es aquella que, ante los avances no consentidos ni deseados, se enfrenta físicamente. Es la que sale por la puerta y a pesar del miedo, el asco, el bloqueo, se va directa a una comisaria a denunciar y no teme las consecuencias. No se preocupa si la creerán o no, lo que piensen los agentes que la escuchen, lo que suceda en su entorno, los cuestionamientos, los atenuantes que otros verán. Es decir, es una ficción».

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En este sentido, lamenta que «todos vamos dando consejos sobre lo que hay que hacer en caso de peligro y cuando nos sucede vemos el abismo que hay entre la teoría y la práctica». Ivorra explica que la sociedad, en general, tiene en su cabeza la idea de víctima ideal o perfecta y lamenta que todo lo que se salga de este perfil irreal es criticado.

A su modo de ver, es fundamental que «esa víctima perfecta deje de ser una ficción». No obstante, asegura que para ello «hay que cambiar muchas cosas, entre ellas, la educación que recibimos en función del género. No sólo el mensaje que llega en casa, sino el que se escucha fuera: en los medios de comunicación, en la calle, etc.».