El portavoz y secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández (i) y la secretaria de Discurso, Acción Institucional y portavoz adjunta de Podemos, María Teresa Pérez, durante la rueda de prensa. | Efe - J.J.Guillén

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En plena fase de ebullición de la política nacional, en la que a las diversas polémicas de los tiempos más recientes se le sumó a última hora el escándalo de las denuncias al exportavoz de Sumar Íñigo Errejón, el camino se torna más pedregoso para el Gobierno. Este lunes hemos conocido los posicionamientos de dos socios de investidura para Pedro Sánchez. A priori, ni Podemos ni Junts parecen dispuestos a vender barato su apoyo a unos eventuales nuevos Presupuestos Generales del Estado.

Este lunes el portavoz de los primeros, Pablo Fernández, ha dado cuenta de la consulta vinculante organizada por la formación 'morada', según la cual el 89,8 % de las bases de Podemos validan que sus cuatro diputados no apoyen las cuentas del Ejecutivo progresista de coalición para 2025 si este no rompe primero relaciones con Israel, y no ataja directamente el problema generalizado de la vivienda, a través de una intervención del mercado que sirva para atenuar el precio del alquiler.

«Si el PSOE quiere los votos de Podemos, va a tener que aceptar estas dos condiciones», ha manifestado Fernández dando poco espacio a la duda. En este proceso interno de Podemos han participado, según datos de la propia formación política, 38.324 personas.

Congreso de JxCat
Congreso de Junts. Foto: Efe.

Por otra parte, este fin de semana Junts renovó su liderazgo en la figura de Carles Puigdemont. Pocas horas después el remozado secretario general Jordi Turull ha ligado directamente el apoyo a los Presupuestos de Sánchez a que el PSOE «cumpla» los compromisos alcanzados anteriormente con Junts que hasta el momento no han cristalizado, como por ejemplo la oficialidad del catalán en Europa.

Sobre la mesa existen otras cuestiones, como las inversiones o el traspaso de competencias en materia de inmigración, una derivada esta última cuyos contactos «no van por mal camino», a pesar de reticencias de «ciertos ministerios». Sobre el nivel de ejecución presupuestaria del Gobierno central en Cataluña, Turull ha abierto la puerta a «fórmulas» que la «compensen», sin entrar en la letra pequeña. Otras voces de la dirección independentista apuntan sin tapujos a la posibilidad de una condonación de parte de la deuda catalana en el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA).