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El tradicional desfile del día 12 de octubre quedó este año empañado por la intensa lluvia que cayó sobre la ciudad de Madrid. En todo caso, como cada día de la Hispanidad, se produjeron anécdotas destacables.

Precisamente por la lluvia, la reina Letizia se vio obligada a saltarse el protocolo y levantarse de su asiento. En el momento de mayor intensidad del chaparrón, y debido a que el agua estaba entrando en la tribuna, la monarca se tuvo que ir a la parte trasera del palco.

En ese momento, el rey Felipe dialogó momentáneamente con Margarita Robles, ministra de Defensa, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, sobre el desarrollo de la jornada. Mientras, la princesa Leonor charlaba amistosamente con su madre.

También se vieron muy perjudicados por la lluvia las autoridades presentes en el acto. Los presidentes autonómicos apenas podían hacer frente al agua con sus paraguas, como ocurrió con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que compartió el refugio de un paraguas con su homóloga extremeña, María Guardiola, en una llamativa imagen.

Otro de los protagonistas, como cada año, fue la mascota de la Legión. Este año fue un borrego (es decir, un cordero de dos años) de nombre 'Killo', el que acompañó al Tercio Don Juan de Austria 3º de la Legión. Como siempre, estaba ataviado con motivos militares e incluso con el tradicional 'chapiri' o gorro legionario.

Otros animales que llamaron la atención fueron los pastores belgas malinois de la Policía Nacional, que desfilaron en un soporte colocado sobre el capó de coches del cuerpo. Estos perros, dedicados a la detección de drogas, explosivos o dinero falso, mostraron una férrea disciplina, inmóviles ante la lluvia y en desfile.