Un cliente con tarifa regulada puede ahorrar hasta un 11% en la factura si consume en las horas más baratas

La producción fotovoltaica copa prácticamente las horas centrales del día y de ahí los precios más bajos. De hecho, el regulador estudia la posibilidad de cambiar los horarios de la actual tarifa de la luz -en vigor desde junio de 2021- para ajustarlos a la nueva era renovable de cara al tercer periodo regulatorio, tal y como avanzó La Información Económica. Hasta ahora el mediodía era tramo punta y los fines de semana horario valle, pero con el despliegue del autoconsumo se está notando una red menos saturada en las horas centrales del día, especialmente en primavera y verano, con lo que los peajes podrían actualizarse a la baja también para las horas centrales del día entre semana, coincidiendo, en este caso, precios bajos tanto de peajes bajos como en el mercado mayorista.

Asimismo, con el cambio de los patrones de consumo, el cliente lograría una reducción de emisiones de CO2 de entre un 3% y un 6%, al gastar más en las horas de mayor producción 'verde'. Bajo este escenario, a pesar de que se mantiene el trasvase de consumidores del PVPC al mercado libre en el segmento doméstico, se ha frenado la fuerte tendencia de cambios iniciada en 2021 tras el estallidos de precios en el mercado mayorista, manteniéndose la cuota en el 29% el año pasado, lo que supone medio punto porcentual menos a la del ejercicio precedente.

¿Cuál es la tarifa que más conviene?

Desde Competencia indican que la disponibilidad de ofertas con señales de precio puede incentivar al consumidor a ser más consciente de las opciones de ahorro que tiene en su recibo, cambiando sus hábitos de consumo conforme a las necesidades del sistema. De este modo, el PVPC, con precios horarios dinámicos indexados al mercado mayorista, es apropiado para consumidores que pueden desplazar parte de su consumo y sean activos para aprovechar las horas más baratas diariamente, así como para los que puedan beneficiarse del bono social. A esta modalidad sólo pueden acogerse consumidores domésticos y microempresas con potencias de hasta 10 kilovatios (kW) y baja tensión.

Por su parte, en el mercado libre también existen tarifas con precios variables. En este caso, el consumidor también está dispuesto a asumir el riesgo de posibles subidas del mercado, buscando beneficiarse de las bajadas del mismo y no pagar la prima que supone asegurarse un precio fijo. Por ejemplo, existen ofertas con precios precios fijos en función de cada periodo horario (punta, llano y valle) que se revisan con una periodicidad inferior a la de la duración del contrato, y también otras con precios horarios dinámicos indexados al mercado mayorista.

Industriales y pymes apuestan por precios diferentes

En este sentido, todavía se aprecia una preferencia por los contratos a precio único por los consumidores domésticos, mientras que el 67% de industriales opta por contratos indexados, o bien mixtos (con parte de la energía a precio fijo y otra a precio indexado). Las pymes, por su parte, abogan por contratos por tramos horarios. Así, la energía facturada a precios indexados para consumidores domésticos ha caído desde el 38% en octubre de 2021 al 28% en diciembre de 2023. Por el contrario, las pymes y, sobre todo, los industriales han ido incrementando los productos indexados al mercado 'spot', posiblemente ante la dificultad de contratar precios fijos asequibles durante la crisis. El autoconsumo es otra de las posibilidades que tiene el consumidor para reducir su factura.

Desde la oficina digital Roams -que ayuda al consumidor a ahorrar en varios sectores como el de la energía- señalan que las tarifas "punteras" del mercado libre también permiten ahorrar hasta un 13% en el consumo de luz. "A día de hoy la flexibilidad para elegir horas baratas de luz es un factor clave en el catálogo de las compañías. Lo más importante es ajustar de verdad el consumo a esas horas para notar el ahorro", explican a este medio desde la compañía. Así, con la crisis de precios se pasó de tener tarifas nocturnas, que es como se conocían las tarifas que permitirán tener un precio del kWh más barato por las noches, a que el consumidor pueda elegir cuándo le compensa más tener esas horas de precio reducido: a distintas franjas horarias diariamente, acotadas solo a algunos días a la semana o, incluso, optar por un consumo a cero euros en determinados momentos.

En Roams consideran que las claves para elegir una buena tarifa con discriminación horaria son: tener en cuenta las horas que se ajustan al consumo; que el precio por la potencia no se vea afectado por la diferenciación horaria y que el consumo fantasma (electrodomésticos que están siempre enchufados) a lo largo del día no se ve afectado por el precio de las horas punta. Por otro lado, desde la plataforma para rebajar la factura de la luz Selectra indican que para que el usuario doméstico realmente pueda aprovechar los precios horarios, es importante que se desarrolle la tecnología alrededor de la flexibilidad de la demanda para que las casas adapten sus consumos automáticamente a las horas más baratas siempre que sea posible.

"Es por este motivo que, en Selectra, estamos apostando por aplicaciones como MySelectra con la que, ahora mismo, los clientes pueden conocer sus consumos horarios de cada día y en un futuro podrán gestionar de forma automática el uso de ciertos aparatos eléctricos en un horario u otro en función del precio horario de la energía y de si disponemos o no de autoconsumo. Ejemplo: en función del precio de la energía en cada momento nos podrá interesar consumir energía de la batería de nuestro coche para poner la lavadora o tomar la energía de la red para cargar el coche y poner la lavadora al mismo tiempo", añaden.