El presidente de la Generalitat de Cataluña. | Efe - Chema Moya

TW
5

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha aclarado que la contribución de Cataluña al fondo de solidaridad interterritorial una vez se acepte su propuesta de financiación propia será temporal y ha propuesto que para compensar la contribución que se dejará de hacer por parte catalana se proceda a adelgazar la Administración General del Estado. En un desayuno informativo organizado por Europa Press, Aragonès ha explicado que la contribución que realizará Cataluña al fondo de solidaridad interterritorial será «fijada bilateralmente» con el Gobierno central, «sometida a unos objetivos y limitada en el tiempo».

En cuanto a los objetivos a cumplir, ha aclarado que estarían «relacionados con el grado de desarrollo económico, con el objetivo de aumentar la capacidad fiscal de todos los territorios y relacionados con los objetivos de consolidación de las cuentas públicas». En este sentido, ha puesto como ejemplo el sistema que se está aplicando en la Unión Europea donde «hay unas normas comunes, hay una solidaridad interna, pero sometida a unos objetivos».

Aragonès, que no ha querido hablar de plazos concretos, ha condicionado la continuidad de la contribución catalana a que haya avances en el «grado de cohesión territorial» o a que no se estén aplicando medidas encaminadas a «favorecer la productividad y la competitividad de los otros territorios». Por lo que se refiere al impacto que la financiación propia para Cataluña que ha planteado tendría para el resto de comunidades autónomas, el 'president' ha sostenido que «lo que tendría que hacer la Administración General del Estado es adelgazarse, porque no puede ser que hayan crecido un 90% sus ingresos en los últimos 12 años y el de las comunidades autónomas un 40%».

El dirigente de ERC ha sostenido que la financiación propia para Cataluña es posible y «es posible hacerlo garantizando que todas las comunidades autónomas mantienen su nivel de recursos, si lo que se hace es distribuir los mayores ingresos que ha habido desde un punto de vista equitativo y de quién ejerce las competencias».

En este sentido, ha defendido que pese a que el Gobierno ya haya adelantado que no es posible dotar a Cataluña de una financiación propia como plantea la Generalitat, también se dijo en su momento que los indultos y la amnistía eran imposibles y al final se están materializando. «Yo creo que en términos de credibilidad somos mucho más creíbles nosotros», ha sostenido. Asimismo, ha dejado claro que solo aceptará una negociación bilateral con el Gobierno.

«Si vamos a una negociación multilateral no habrá acuerdo», ha señalado, apuntando a que «en el actual contexto de polarización política con una mayoría de las comunidades autónomas del régimen común» gobernadas por el PP y con los 'populares' «llevando a cabo un asedio contra el Gobierno del Estado, contra Cataluña y ahora también contra el Congreso de los Diputados» no sería factible. «El mejor acuerdo es un acuerdo bilateral», ha insistido, recalcando que igual que él no va a «decir a los ciudadanos de Andalucía cuál es el sistema de financiación que ellos necesitan» tampoco va a «aceptar que me digan cuál es, ni que limiten cuál es el sistema de financiación que Cataluña necesita».

Además, ha añadido, «la historia nos demuestra» que cuando la negociación bilateral se ha trasladado después a «un marco multilateral lo que ha pasado es que todo un conjunto de barones territoriales» que habían criticado a Cataluña «después se han puesto a la cola para conseguir también los mismos recursos y el mejor ejemplo es cuando acordamos una condonación de una parte de la deuda del FLA en el marco de los acuerdos de investidura». En su opinión, «siempre es un recurso fácil cuando no hay un fondo político, cuando no hay una fortaleza en las convicciones, disparar contra Cataluña» porque «es barato políticamente y permite seguir haciendo campaña».