«Es una historia surrealista», explica a EFE Adrià Jaén, uno de los tres cofrades que el 1 de enero hicieron ese viaje después de que en redes sociales vieran fotos del Niño Jesús en el 'Festivern' de Tavernes de la Valldigna -con una botella de alcohol entre las manos, entre otras poses- y contactaran con quienes lo encontraron.
Montaron entonces una «comitiva de rescate» y acudieron a por el protagonista del belén a Castelló de Rugat ese el mismo día -«no fuera que se arrepintieran», explica Jaén-, con la esperanza de recuperarlo, pero también con la duda de lo que realmente se iban a encontrar.
La entrega se hizo a la puerta de la iglesia de este municipio del interior de Valencia, en presencia del cura y de muchos vecinos -«fue muy de Berlanga», explica este cofrade-, donde comprobaron que el Niño Jesús estaba de una pieza, aunque había sufrido quemaduras y daños en la pintura, por lo que le echaron un poco de agua bendita.
El 'Jesuset', que ha resultado ser el primero de los dos que les robaron este año, se encuentra en estos momentos en el taller del artista fallero que lo confeccionó para ser restaurado, y volverá a su ubicación en el centro histórico de Benimaclet «con medidas de seguridad, por si acaso», antes de que acaben las fiestas navideñas.
Este cofrade considera «una suerte» haber recuperado al Niño Jesús, pues considera que quien lo robó «no tenía buena fe», y admite que les hieren un poco las imágenes de la figura que han visto en redes sociales, pero prefieren quedarse con la parte positiva del «milagro» navideño de haberlo rescatado cuando ya no tenían esperanza de poder hacerlo.
«Estamos alegres por recuperar al 'Jesuset', pero también esperamos que el robo no se vuelva a repetir, que al final es un delito de odio», explica Jaén, quien recuerda que el protagonista de este belén ya fue robado en 2022, la primera vez que lo montaron, y este año ha sido hurtado dos veces, con lo que suman tres robos en dos años.
El belén montado por la Cofradía de los Santos de la Piedra y Cristo de la Providencia de Benimaclet sigue en su lugar en la plaza del barrio, aunque a falta de que regrese su protagonista el puesto central lo ocupa una fotografía del Niño Jesús y la frase 'No robarán nuestra fe'.
2 comentarios
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Los que pretenden dañar los símbolos de una RELIGION ...muestran un total desprecio por la FE de otros, lo que nos indica lo DEFICIENTE DE SU EDUCACION...
¿ Y si no ha sido un robo?¿Y si ha sido una desaparición voluntaria? Hay que recordar que el niño Jesús lleva dos mil años en un pesebre y sólo lo sacan dos semanas al año. Igual le apetecía pegarse una fiestuqui por ahí con los colegas y luego simular un secuestro. Si fue capaz de multiplicar los panes y los peces no quiero pensar que habrá hecho con las pastillas, las botellas y la coca.