El objetivo es llevar a cabo investigación, desarrollo y el primer despliegue industrial de tecnologías avanzadas de computación en la nube y perimetral entre varios proveedores de la UE, que desarrollarán «el primer ecosistema europeo de procesamiento de datos interoperable y accesible de modo abierto» con el fin de que puedan utilizarlo empresas, administraciones públicas y ciudadanos.
Los diecinueve proyectos se ejecutarán entre 2023 y 2031 y los primeros resultados se esperan para finales de 2027, según indicó la Comisión, que calcula que se crearán «al menos 1.000 empleos altamente cualificados directos e indirectos» durante estas fases de investigación, desarrollo y despliegue y «muchos más» en la fase de comercialización. Bruselas dio luz verde a las ayudas por considerar que, dados los riesgos financieros de estos proyectos, el apoyo público era «necesario para dar incentivos a las empresas» para llevar a cabo sus proyectos; y tras constatar que el apoyo a cada compañía «se limita a lo que es necesario, proporcionado y no distorsiona indebidamente la competencia».
«Hemos concluido que la ayuda de estado es necesaria para superar un importante fallo de mercado en el sector de los servicios en la nube y perimetrales», explicó el una rueda de prensa el comisario europeo de Competencia, Didier Reynders. En particular, la Comisión verificó que las ayudas máximas previstas están en línea con el coste de los proyectos y el agujero de financiación; y en caso de que los proyectos apoyados generen ingresos adicionales, las empresas que hayan recibido ayuda devolverán parte de la misma al Estado que la proporcionó.
Además, Bruselas cree que el proyecto tendrá efectos positivos para otras empresas y competidores, puesto que las compañías participantes tendrán que dar licencias de uso del software que desarrollen de forma «no restrictiva» a otras partes, cuando tengan laboratorios o nodos perimetrales deberán dar acceso a otras partes a al menos un 20 % de su capacidad, y deberán dar licencias de propiedad intelectual en términos «justos y razonables».
El IPCEI tendrá cuatro líneas de trabajo: el desarrollo del software necesario para la infraestructura de computación en la nube y perimetral, el desarrollo de la arquitectura común de referencia que permita la conexión de diferentes proveedores, la creación de herramientas y servicios avanzados para el procesamiento de datos, y el desarrollo de soluciones específicas para ciertos sectores.
La española Telefónica será la encargada del primero de ellos junto a la alemana Deutsche Telekom, mientras que Arsys Internet y OpenNebula Systems participarán en la segunda línea de trabajo, junto a otras ocho firmas europeas. Además de las diecinueve empresas que participan de forma directa en el Proyecto, más de noventa lo harán de forma indirecta, entre ellas, Indra, Capital Energy Service, Gigas Hosting, Modragon Corporación y Ericsson en España.
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