La activista ha instado a luchar para que la situación de la sanidad pública no se agrave aún más para las futuras generaciones: «Vamos a dejar a nuestros hijos una situación que no la quiero para nadie». Toni Barbarà, médico y fundador de la Marea Blanca de Cataluña, se ha pronunciado en los mismos términos: «No me resigno a dejarle a mis nietos esta mierda de sistema que se han cargado».
Tanto Esbrí como Barbarà han apostado por contar con un «verdadero sistema sanitario público» que «abandone» la colaboración público-privada, que consideran una «parasitación de lo público a manos de lo privado». «Permite una corrupción institucionalizada e instaurada», ha denunciado el médico catalán. «Hay que elegir público o privado. Lo público garantiza la salud, lo privado, por mucho que pagues, nunca vas a tener una atención de calidad. La sanidad privada puede existir, pero nunca tener vasos comunicantes con la pública porque eso es parasitar. No queremos bajo ningún caso la colaboración público-privada», ha agregado Esbrí.
La activista ha añadido que el «desmantelamiento» de la Atención Primaria que, a su juicio, se está produciendo en algunas comunidades autónomas «es un verdadero crimen contra la sociedad española». «Tenemos que defenderla entre todos para que no se produzca», ha insistido. Otro de los puntos que defienden es poner en marcha una «revisión sistemática» de los conciertos sanitarios existentes para «verificar si son necesarios o no». Así, apoyan «eliminar los que sean fraudulentos, mercantiles o incumplimientos manifiestos».
Al margen de la lucha contra la privatización, desde la Coordinadora Estatal de Mareas Blancas han pedido aumentar la inversión en la sanidad pública, alcanzando el 7,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), y que de esa cantidad el 25 por ciento esté distribuido para la Atención Primaria y el 5 por ciento para la Salud Pública. También han solicitado atender «sin reparos» la salud mental; evitar los «casos flagrantes» de incompatibilidades; o «reformar en profundidad» el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para «garantizar la equidad y la auténtica armonización entre todas las comunidades autónomas».
La activista ha lamentado que ningún diputado, más allá de Rosa Medel de Unidas Podemos, ni ningún representante del Ministerio de Sanidad haya acudido a la jornada a responder las inquietudes de las Mareas, pese a haber sido invitados. «Denota una falta de respeto absoluto a la ciudadanía. Entiendo que los diputados tengan mucho trabajo, pero el trabajo principal que tienen es atender a los ciudadanos en sus necesidades. Somos el pueblo soberano, los que estamos pagando las primas pero parecemos primos», ha esgrimido. A pesar de no haber asistido al encuentro, Esbrí ha reclamado a los políticos que «oigan» su mensaje. «Queremos que nos llamen, porque estamos aquí para colaborar y arrimar el hombro. No hemos venido contra nadie, se están equivocando en el camino. Las Mareas Blancas somos apartidistas, que no nos pongan etiquetas», ha remachado.
En la misma línea, la activista ha afeado que llevan esperando desde el año pasado una reunión con la ministra de Sanidad, Carolina Darias. «El año pasado nos dijeron que iba a recibirnos pero se fue retrasando. Nos han tomado el pelo. Han sido poco respetuosos con nosotros», ha remachado.
Rosa Medel ha criticado que resulta «evidente» que el problema de la sanidad pública «no es económico», sino de «voluntad política». «Este país tiene un PIB suficientemente alto para cubrir el coste sin ningún tipo de problema. Es un problema de voluntad política», ha sostenido. En este contexto, la diputada de Unidas Podemos ha asegurado que desde los grupos ideológicos de la derecha «se está privatizando la sanidad porque quieren privatizarla».
«El problema es que cuando se privatiza deja de ser un servicio público, porque el objetivo principal ya no es dar el servicio y atender a la población, sino el negocio. Eso supone mala calidad porque cuanto menos cueste más beneficio», ha afirmado. También ha argumentado que la privatización «es cara porque supone una gran desviación de dinero público e implica, aunque se intente ocultar, un aumento del gasto sanitario respecto a la gestión pública». «Los hospitales gestionados privadamente son muchísimo más caros, aunque intenten esconder las partidas que van a esos centros», ha añadido. Al igual que los representantes de las Mareas Blancas, Rosa Medel ha coincidido en que «no existe colaboración público-privada»: «Es una parasitación, un negocio redondo que no tiene riesgo: siempre hay pacientes y su financiación es pública».
1 comentario
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Defendiendo la Sanidad Pública? Pero OFERTANDO UN SEGURO PRIVADO A TODOS LOS MÉDICOS DEL SINDICATO. Eso es desde el principio una huelga política contra AYUSO. Con dos PANDEMIAS al mismo tiempo y SANIDAD COLAPSADA estos de huelga,las OTRAS COMUNIDADES TRABAJANDO PARA EVITAR EL COLAPSO TOTAL.