Tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Estado del pasado sábado, en caso de no tener un Certificado Covid digital de la UE o equivalente, los pasajeros deberán disponer de un certificado de prueba diagnóstica de infección activa con resultado negativo perteneciente a alguno de los siguientes tipos: PCR, cuya muestra haya sido obtenida dentro de las setenta y dos horas anteriores a la salida, o test de detección de antígenos, cuya muestra haya sido obtenida dentro de las veinticuatro horas anteriores a la salida.
Desde el Gobierno también se ha puesto en marcha una vigilancia activa y la secuenciación de muestras para analizar la aparición de variantes; así como el estímulo a la vacunación Covid en la población española (particularmente en los grupos etarios donde se ha objetivado un cierto retraso en la revacunación).
Por otro lado, según los médicos, la coordinación entre autoridades sanitarias central y autonómicas es «esencial». «Debe evitarse que esta situación sea motivo para una nueva controversia política: el Sistema Nacional de Salud tiene un marco institucional y organizativo para tomas decisiones cuyo núcleo, el Consejo Interterritorial, debería asumir el protagonismo y una voz única en este escenario», sentencian desde la organización colegial.
Tal y como recuerdan desde el CGCOM, los expertos avalan la cautela, aunque no la alarma, ya que en Europa y particularmente en España la inmunización por vacunación o por haber padecido la enfermedad crea una protección que haría prácticamente imposible repetir la experiencia de la primera ola.
No obstante, existe inquietud por la situación en China: tantos casos en una población con un bajo nivel de inmunidad anticipa una morbimortalidad «que puede ser dramática, así como un desbordamiento de sus recursos asistenciales», afirman desde el CGCOM, para añadir que también supone dar oportunidades al coronavirus para generar nuevas variantes o sub-variantes que puedan extenderse a nivel mundial.
Lo previsible es que las mutaciones de los virus aumenten su contagiosidad, pero reduzcan su gravedad y letalidad; no obstante, los principios de preparación y prudencia obliga a tomar medidas para anticipar una posible nueva ola. «A dichos efectos, es importante que la Organización Mundial de la Salud, como autoridad sanitaria internacional, tenga la capacidad y el poder para desarrollar su función de vigilancia epidemiológica global, y monitorice la evolución de la pandemia en China. También la UE debería coordinar las medidas de vigilancia activa para controlar la posible expansión de la Covid-19», reclaman desde la organización colegial.
Recientemente, desde el CGCOM se ha realizado una llamada a que se mantenga el uso de mascarillas, aunque no sea obligatorio, en una serie de situaciones, para que la población con mayor riesgo se protejan, y para que todos colaboren para proteger a los más frágiles. Estos hábitos de higiene respiratoria y microbiológica pueden acabar siendo muy útiles para modular la extensión de las enfermedades virales respiratorias, lo cual es fundamental en una situación de saturación de los servicios sanitarios.
1 comentario
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¿Pero quienes se creen que son los médicos? Los que toman las decisiones son el COMITÉ DE EXPERTOS… Ese que NUNCA EXISTIÓ según se reconoció hace poco. NOS VOLVIERON A ENGAÑAR.