El Covid-19 ha tenido menos incidencia en la desigualdad que la crisis de 2008

Los investigadores consideran que, a diferencia de lo ocurrido durante la anterior crisis, en esta ocasión España ha manifestado «cierta capacidad de resiliencia» ante la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia. Pese a que los efectos del virus sobre los niveles de desigualdad y pobreza son «múltiples y negativos», la Fundación Alternativas afirma que las «políticas de contención» aplicadas por las administraciones públicas para proteger a los sectores más afectados «jugaron un papel reductor significativo» de los indicadores de desigualdad. Los autores sostienen que las decisiones políticas acordadas en los primeros meses de la pandemia permitieron aminorar los efectos más negativos producidos en la primavera del año 2020. En este sentido, enumeran las medidas de apoyo al desempleo que se han adoptado, la utilización «masiva» de los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTES), las ayudas a los autónomos y pymes, la aplicación del ingreso mínimo vital o las ayudas de protección de la vivienda.

Con todo, recalcan los expertos, la pandemia afectó a los colectivos más vulnerables, especialmente a los jóvenes, la población migrante y las mujeres. La crisis de la covid dio lugar a un incremento de la desigualdad asociado al aumento del desempleo y la pérdida de salarios entre los trabajadores con ingresos bajos, además de generar «moderados» efectos negativos en el bienestar psicológico de los ciudadanos «con matices diferentes según colectivos de ingresos».

Asimismo, el informe hace hincapié en que el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales ejes de desigualdad en España, subraya que con la pandemia han crecido sustancialmente los hogares en situación crónica de «emergencia habitacional» y que los colectivos más afectados son los encabezados por mujeres, jóvenes, migrantes y quienes habitan en viviendas de alquiler. De cara al futuro los autores no son optimistas: «todo parece indicar que el nuevo escenario económico no augura mejoras sustanciales en la lucha contra la desigualdad, la pobreza y la exclusión social a lo largo de los próximos meses», concluyen.