Moreno ha hecho partícipe a Feijóo, al partido y a los presidentes autonómicos del resultado de Andalucía y ha destacado que el PP está «construyendo mayorías sociales» que lograrán acabar con el Gobierno «claramente desbordado» de Pedro Sánchez. Al líder del PP, Moreno le ha dicho que desde el sur le miran «con respeto» y «esperanza». «Esta responsabilidad que yo asumo también en parte es tu responsabilidad», ha agregado, en unos «deberes» que Feijóo ha asumido. Confirmado como el barón con mayor peso, Moreno ha pedido un esfuerzo conjunto estar preparados para gobernar y ha defendido que el PP es el partido «del pueblo, de las clases medias y trabajadoras», que volverá «a hacer grande a España».
Además, ha pedido tener «los pies en la tierra» porque «cuando uno pierde la conexión con la sociedad ese proyecto político, más pronto que tarde, está acabado», como a su juicio le ocurre a Sánchez. El discurso con el que Feijóo ha arengado a los suyos era en ocasiones casi un calco. Si Moreno ha pedido responsabilidad en lugar de euforia, el líder del PP ha recomendado huir de «triunfalismos injustificados» y construir «desde la serenidad, la seriedad y la sensatez» una alternativa de mayorías« y »centrada« para llegar a la Moncloa. Feijóo ha hecho suya la meta de gobernar en solitario porque con «una constelación de minorías se puede llegar al Gobierno, incluso resistir, pero no gobernar» y ha dejado varios recados a Vox, como cuando ha celebrado que el pueblo andaluz no haya aceptado el «chantaje de imponer los intereses de una minoría de políticos a una mayoría de ciudadanos».
Y mientras Moreno ha asegurado que la izquierda no entiende «la España plural y diversa», Feijóo ha colocado a Sánchez fuera de la realidad por el análisis que los socialistas han hecho de su derrota electoral. El líder del PP ha pedido a los suyos «política con mayúsculas», como la de Moreno. La que dialoga y pacta y no divide, la que «no insulta» y «piensa en las personas mucho más que en las ideologías», y ha asegurado que «España está pasando la página de la frivolidad, de la división, del radicalismo, de las minorías». El mensaje contrasta con la batalla ideológica que propugna Isabel Díaz Ayuso, pero tanto Génova, como los dirigentes autonómicos niegan que el modelo de centralidad y moderación sea una enmienda a la presidenta madrileña. El presidente andaluz le ha hecho guiños a Ayuso al apuntar que toma la región de Madrid como ejemplo y que competirá en el «buen sentido» para atraer inversión aunque, Andalucía, ha bromeado, sí tiene playa.
La propia Ayuso ha defendido que Moreno y ella, lejos de estar enfrentados, «son complementarios» y ha sostenido que es la izquierda la que alienta un enfrentamiento cuando se ha llevado el «mayor leñazo» de su historia. El coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha apuntado que los liderazgos de Feijóo y Moreno se parecen, al tiempo que ha argumentado que el de Díaz Ayuso, «también es un modelo de éxito» y en una línea similar se ha pronunciado el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, destacando que modelo Feijóo o Ayuso, el modelo es el de las mayorías amplias. Los dirigentes del PP en Murcia, Castilla-La Mancha o el País Vasco, Fernando López Miras, Paco Núñez y Carlos Iturgaiz, han coincidido al destacar ante los periodistas que las victorias del PP en Galicia, Madrid o Andalucía suponen un cambio de ciclo político y que la centralidad y la moderación son claves para «acabar con el sanchismo». A Génova ha acudido también el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que gobierna en coalición con Vox, y que ha apuntado que Moreno lo ha tenido más «fácil» que él porque en el liderazgo está Feijóo y no Pablo Casado: Cuando «Benzemá recibe el pase de Modric, para él es más fácil meter goles».
2 comentarios
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Por supuesto!! Sobretodo desde la moderación!!!. También podía haber añadido: y desde todos los complejines que siempre exhibimos sin recato desde las filas del PP, ya mande Rajoy, Casado o yo mismo, Alberto Nuñez, el nuevo caudillo del centrismo muy centrado y de la socialdemocracia. El PP sólo aspira a sustituir al PSOE en el poder, no para cambiar nada, sino para que todo siga igual.