Este miércoles es el día. El momento de dar el gran paso hacía la normalidad. Ya no nueva, simplemente normalidad. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la obligatoriedad del uso de la mascarilla en la mayoría de espacios interiores. Es el adiós al símbolo de la pandemia del coronavirus. La medida será efectiva desde este 20 de abril, tras ser publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
La mascarilla se elimina por completo en interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitanitarios y en todos los transportes. En ámbitos sanitarios, tendrán que ponérsela visitantes y trabajadores de hospitales, centros de salud o de transfusión de sangre y farmacias, salvo para las personas que estén ingresadas, o residencias, en las que tampoco los mayores tendrán que ponérsela. También seguirá siendo obligatoria para toda la población en transporte aéreo, por ferrocarril, por cable, autobuses y VTC y en los barcos cuando no se pueda mantener 1,5 metros de distancia.
¿En los colegios hay que llevarla? ¿Y en el supermercado?
El caso de los colegios, donde ya no será obligatorio llevar mascarilla en las aulas, aunque sí se aconsejará para los profesores con alguna vulnerabilidad; tampoco se exigirá en comercios, supermercados, restaurantes y bares, así como gimnasios, teatros, cines o conciertos, pero sí será recomendable para personas con factores de riesgo. De hecho, en Cataluña este mismo martes los niños y niñas, así como toda la comunidad educativa, han regresado a las clases sin obligatoriedad de usar cubrebocas.
¿Es obligatoria en la oficina?
El real decreto, que entrará en vigor este miércoles una vez se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE), deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales, mientras que en el resto de ámbitos pasará a estar solo recomendada. Para estudiar el caso de cada empresa se deberá tener en cuenta si hay una buena ventilación y si se puede mantener la distancia interpersonal de menos de 1,5 metros.
¿Y en los eventos multitudinarios?
Las competiciones deportivas multitudinarias figuran entre los escenarios en los que el Gobierno recomienda hacer a partir de ahora «un uso responsable de las mascarillas», que han dejado de ser obligatorias en interiores tras el Real Decreto aprobado este viernes por el Consejo de Ministros. En la rueda de prensa posterior al Consejo, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, mencionó específicamente «los partidos fútbol o baloncesto, tanto en interiores como en exteriores» entre los posibles «eventos multitudinarios y aglomeraciones» en los que, sin ser ya obligatoria la mascarilla, «se aconseja un uso responsable». Este uso está encaminado a proteger a la población vulnerable (ancianos, inmunodeprimidos, embarazadas...) allí donde no sea posible mantener la distancia de seguridad.
5 comentarios
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¿Y en las iglesias?. En esta sociedad pagana, sin Dios, eso no se tiene en cuenta. ¿Qué le vamos a hacer?. Así nos va, desgobierno social comunista, covid, crisis económica galopante y ahora una guerra muy peligrosa.
En Asia antes de la pandemia era normal usarla, claro por la contaminación
No entiendo lo de que en Cataluña ya hoy sin esperar la publicación en el BOE ya no sea obligatorio su uso, a lo mejor no nos hemos enterado y ya son independientes o les importa un pimiento lo que diga ANTONIO
Pero ya basta de poner trabas y excepciones. Espero que al final quede todo más sencillo, pero lo que tenían que hacer, como otros países es quitar la obligatoriedad en todos los sitios. Ya basta de mascarillas. Tenían que haberse usado para momentos y situaciones puntuales y de forma provisional, no que estuviera presente de forma obligatoria y permanente casi dos años. Es vergonzoso el daño que ha provocado en la sociedad, para mi no compensa para nada con la protección que ofrece frente al virus. Hay gente que con el miedo que tiene en el cuerpo, gracias a los políticos y los medios de comunicación, no los recuperaremos como personas en décadas.