Imagen de recurso. | Efe

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Últimamente aparecen cada vez más casos de secuelas asociadas al coronavirus. Después de que la variante ómicron haya provocado una avalancha de casos, muchos de ellos, asintomáticos o con síntomas leves, muy pocos llegan a relacionar trastornos posteriores con la COVID. Es el caso de la hiperestesia.

Se trata de una enfermedad que provoca un aumento anormal de la sensibilidad en todo el cuerpo, hasta tal punto que el simple roce del cuerpo con la ropa puede generar molestias o incluso doler. Esto ocurre porque el dolor que podría experimentar en un punto concreto del cuerpo al presionar sobre él, se siente en toda la superficie corporal o gran parte de ella. «Si uno toca a la persona, no duele, pero si uno presiona sus manos, entonces la piel, los músculos, los huesos, en todas partes hay dolor, hasta el punto de hacerlas gritar», explicó el inmunólogo Vladimir Bolibok en el portal Ura News. También puede molestar o doler la intensidad o los cambios de luz. Otros síntomas son el entumecimiento, el hormigueo, el dolor o el frío en diferentes partes del cuerpo.

La hiperestesia no es una patología nueva, pero se está estudiando su relación con el coronavirus. De hecho, desde el ámbito científico los esfuerzos se centran ahora en determinar si los casos de hiperestesia en pacientes COVID son casuales o causales. Un estudio de Polonia en 2020 concluyó que la hiperestesia confirmaron que se trataba de un síntoma de COVID persistente, aunque poco habitual. Lo expertos aún no han averiguado el patrón temporal que sigue esta dolencia, por lo que de desconoce cuánto tiempo tarda en manifestarse o cuánto duran estos síntomas. Aún quedan muchos estudios por delante para determinar su causa directa con el coronavirus, aunque ya bastantes estudios apuntan en esta dirección.