La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas ha pedido que se ponga fin a la violencia contra las mujeres en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS5.2). Este estudio tiene como objetivo proporcionar estimaciones de referencia sobre la violencia de pareja contra las mujeres a nivel mundial, regional y nacional para ayudar a los gobiernos a supervisar su progreso hacia este objetivo e informar sobre la política y la programación para prevenir y responder a la violencia. En 2013, la OMS publicó las primeras estimaciones mundiales y regionales sobre la prevalencia de la violencia física y/o sexual por parte de la pareja, así como de la violencia sexual fuera de la pareja, con los datos de las encuestas existentes hasta 2010, y descubrió que una de cada tres mujeres sufre violencia física y/o sexual por parte de sus parejas y no parejas.
Casi una de cada tres (30%) mujeres experimentaron violencia física y/o sexual por parte de sus parejas únicamente. Este nuevo estudio utiliza encuestas basadas en la población, la mejora de la calidad de los datos y métodos actualizados para proporcionar estimaciones de la prevalencia actual de la violencia de pareja en todo el mundo, hasta el año 2018 inclusive, informando de que una de cada cuatro mujeres que alguna vez han tenido pareja experimentan violencia por parte de sus compañeros. El estudio sólo estimó la violencia física y sexual y la OMS está trabajando para reforzar las medidas de notificación de comportamientos psicológicos perjudiciales por parte de las parejas. Este análisis revela que los gobiernos no están en línea para cumplir los objetivos de erradicación de la violencia contra las mujeres. «Aunque se han hecho progresos en los últimos 20 años, siguen siendo muy insuficientes para alcanzar la meta de los ODS de eliminar la violencia contra las mujeres para 2030», afirma la autora principal del estudio, Claudia García-Moreno, de la Organización Mundial de la Salud. Y añade que, «aunque este estudio se realizó antes de la pandemia de COVID-19, las cifras son alarmantes y las investigaciones han demostrado que la pandemia exacerbó los problemas que conducen a la violencia de pareja, como el aislamiento, la depresión y la ansiedad, y el consumo de alcohol, además de reducir el acceso a los servicios de apoyo».
Por ello, subraya que «evitar que la violencia de pareja se produzca en primer lugar es vital y urgente. Los gobiernos, las sociedades y las comunidades deben prestar atención, invertir más y actuar con urgencia para reducir la violencia contra las mujeres, incluso abordándola en los esfuerzos de reconstrucción posteriores al COVID». Los datos utilizados en esta investigación proceden de la base de datos mundial de la OMS sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres e incluyen más de 300 encuestas y estudios elegibles realizados entre 2000 y 2018. Abarca 161 países y zonas, con 2 millones de mujeres de 15 años o más, que representan el 90% de la población mundial de mujeres y niñas. El análisis estadístico permitió estimar la prevalencia de la violencia de pareja en diferentes grupos de edad, regiones y rangos de tiempo. A nivel mundial, se estima que el 27%, o aproximadamente una de cada cuatro mujeres de entre 15 y 49 años que han estado en pareja, han sufrido violencia de pareja al menos una vez en su vida desde los 15 años.
Las estimaciones sugieren que en 2018, hasta 492 millones de mujeres de entre 15 y 49 años experimentaron violencia de pareja en los últimos 12 meses, lo que equivale al 13% o a una de cada siete mujeres. Debido a que las estimaciones de este estudio se basan en las experiencias autodeclaradas por las mujeres y dada la naturaleza sensible y estigmatizada del tema, es probable que la verdadera prevalencia de la violencia a la que estas mujeres son sometidas por parte de una pareja íntima sea aún mayor. El estudio también llama la atención sobre los altos niveles de violencia de pareja que sufren las adolescentes y las mujeres jóvenes. En la cohorte de mujeres más jóvenes (15-19 años), se estima que el 24%, o casi una de cada cuatro, ha sufrido violencia de pareja en su vida. La prevalencia de la violencia de pareja reciente/actual fue más alta entre las adolescentes y mujeres jóvenes de 15 a 19 años y de 20 a 24 años que alguna vez fueron pareja, ya que el 16% o una de cada seis experimentó violencia de pareja en 2018 (en los últimos 12 meses de la encuesta). «El alto número de mujeres jóvenes que experimentan violencia de pareja es alarmante, ya que la adolescencia y la edad adulta temprana son etapas importantes de la vida en las que se construyen los cimientos de las relaciones saludables --dice Lynnmarie Sardinha, de la Organización Mundial de la Salud, autora principal de este documento--. La violencia que sufren estas jóvenes tiene efectos duraderos en su salud y bienestar».
Según apunta, «la violencia de pareja es prevenible y es necesario hacer más para desarrollar e invertir en intervenciones eficaces basadas en la comunidad y en la escuela que promuevan la igualdad de género y reduzcan el riesgo de que las jóvenes sean víctimas de la violencia de su pareja». Las variaciones regionales según las clasificaciones de la Carga Mundial de Morbilidad revelaron que la prevalencia de la violencia de pareja a lo largo de la vida entre las mujeres de 15 a 49 años era más alta en Oceanía (49%) y en el África subsahariana central (44%). Las regiones con las estimaciones más bajas de prevalencia de la violencia de pareja a lo largo de la vida eran Asia Central (18%) y Europa Central (16%).
En general, los países de ingresos altos tenían tasas de prevalencia estimadas más bajas tanto de la violencia de pareja a lo largo de la vida como en el último año entre las mujeres de 15 a 49 años que alguna vez estuvieron en pareja, y las diferencias regionales eran especialmente pronunciadas entre las regiones de ingresos altos y las de ingresos bajos y medios bajos en lo que respecta a la violencia de pareja en el último año. «Estos resultados confirman que la violencia contra las mujeres por parte de sus parejas sigue siendo un problema de salud pública mundial. Los gobiernos no están en condiciones de cumplir los objetivos de erradicar la violencia contra las mujeres para 2030». Los autores piden que se invierta urgentemente en intervenciones multisectoriales eficaces y que se refuerce la respuesta de la salud pública para hacer frente a este problema después de COVID-19", afirma Claudia García-Moreno.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.