Sin hacer ninguna mención a la controversia que generó su ausencia el pasado año, el monarca ha destacado la legitimidad «constitucional y moral» de la Justicia como «una institución esencial en la que los ciudadanos pueden confiar». «Una sociedad moderna y avanzada como la nuestra, una sociedad plenamente democrática como es la sociedad española sólo puede desarrollarse en paz y concordia si cuenta con un mecanismo independiente y neutral para la resolución de los conflictos», ha proclamado el jefe del Estado en un acto al que no ha asistido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ni ninguno de sus consellers.
En la ceremonia sí han participado la ministra de Justicia, Pilar Llop; el presidente del Consejo General el Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Supremo, Carlos Lemes; el del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, entre otras autoridades judiciales. Lesmes ha expresado su agradecimiento a Felipe VI por volver a presidir la ceremonia. «Su presencia honra a quienes servimos en España a la Justicia y a quienes hoy se incorpora a esa tarea», ha manifestado el presidente del CGPJ. Lesmes avivó la controversia el pasado año cuando desveló que Felipe VI le telefoneó para transmitirle que le «hubiera gustado» estar en el acto de entrega de los diplomas.
Una revelación que dio pie al entonces vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a acusar al monarca de «vulnerar la neutralidad constitucional y democrática» al interpretar su llamada como una queja al Gobierno por no acudir a la ceremonia. También el director de la Escuela Judicial, Jorge Jiménez, ha agradecido a don Felipe su asistencia este por representar «un sólido apoyo» a la institución, cuya sede está en Barcelona. Tras recordar que «las instituciones en toda la sociedad son esenciales para hacer realidad la idea de Estado», del que el poder judicial es parte «nuclear», Felipe VI se ha dirigido a los 188 nuevos jueces que integran la 70 promoción de la carrera judicial para pedirles que actúen desde «la independencia y la imparcialidad». «La aplicación del caso concreto, desde el más estricto rigor técnico, pero también desde la valoración en conciencia de las específicas circunstancias de cada asunto, es lo que da sentido a vuestra entrega al servicio público de la Justicia», ha sostenido el jefe del Estado, quien ha recibido una cerrada ovación completada con un "¡viva el rey! de los presentes.
En su opinión, estos elementos definen «la esencia de la función judicial en un Estado de derecho y son indispensables para la estabilidad social». Ha hecho ver a los nuevos jueces que su compromiso con la ciudadanía ha de ser «inquebrantable» y que su tarea a partir de ahora va a ser «compleja», por lo que les ha animado a actuar con «espíritu constitucional» para contribuir «al buen nombre y gran labor del poder judicial español». La nueva hornada la componen 188 jueces, de los que 134 son mujeres, el 71,2 por ciento, con una edad media de 28 años.
El principal contingente, formado por 73 jueces, irá destinado a juzgados de Cataluña, mientras que 45 se estrenarán en Andalucía. El rey les ha felicitado y les ha transmitido su «admiración y gratitud» por el papel que pasan a desempeñar una vez completada su formación. Felipe VI, junto a los miembros de la cúpula judicial, ha entregado los despachos a cada uno de los miembros de la promoción. El público, y también el Rey, ha brindado una especial ovación a una de las nuevas juezas que ha recogido el diploma en su silla de ruedas.
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