El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha salvado este lunes la tramitación de los presupuestos catalanes, gracias a su acuerdo in extremis con los comunes de Jéssica Albiach y Ada Colau, que ha irritado a JxCat y que aleja a la CUP de la mayoría independentista que permitió su investidura. El Parlament ha vivido este lunes el desenlace de una accidentada negociación presupuestaria, llena de giros de guion, que empezó con la voluntad de Aragonès de pactar las cuentas con la CUP y que, tras la negativa de las bases cuperas a retirar su enmienda a la totalidad, ha acabado con un pacto con En Comú Podem que tiene como contrapartida el aval de ERC a los presupuestos de Ada Colau en Barcelona.
Después de que este domingo representantes de ERC en el Govern se reunieran con los comunes -JxCat se negó a asistir-, Aragonès ha acudido a la reunión extraordinaria del Govern, a primera hora de la mañana, con un anuncio: su acuerdo presupuestario con En Comú Podem. Con su alianza con los comunes, Aragonès consigue sacar adelante los presupuestos pese al veto de la CUP, pero se rompe la mayoría independentista con la que arrancó la legislatura, algo que ha molestado a sus socios de JxCat.
En una comparecencia en el Palau de la Generalitat, antes de acudir al Parlament, Aragonès ha tendido la mano a la CUP para rehacer puentes de cara al resto de la legislatura. Aragonès ha destacado que su acuerdo con los comunes hará posible que «Cataluña tenga presupuestos en vigor el 1 de enero», aunque ha insistido en que «la mayoría de la investidura (ERC, JxCat y la CUP) debe continuar trabajando».
Su comparecencia venía precedida de una rueda de prensa en la que el líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, ha anunciado que, asumiendo sus «contradicciones», acepta ahora facilitar los presupuestos de Colau, una decisión celebrada por la presidenta de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach. «Lo hemos dicho siempre: los presupuestos no van de independentistas o no independentistas. Aquí tiene que haber un único frente común que es el de la recuperación», ha dicho Albiach. El pacto entre Aragonès y los comunes para facilitar la aprobación de las cuentas en el Parlament y en Barcelona ha incomodado a JxCat, que pese a votar en contra de las enmiendas a la totalidad no se ha ahorrado críticas a ERC.
La portavoz de JxCat, Elsa Artadi, ha pedido una reunión con ERC «de urgencia, al más alto nivel», para analizar el recorrido que tiene el pacto de investidura tras este «fracaso» independentista. Ya en el debate de totalidad en el Parlament, el diputado de JxCat Joan Canadell ha arremetido contra un acuerdo con los comunes que ve como «el preludio de un tripartito» y ha advertido de que no encontrarán a Junts «en un giro de 180 grados hacia el autonomismo».
La intervención de Canadell ha provocado el enojo de Aragonès y de casi todos los consellers de ERC, que han abandonado el hemiciclo visiblemente irritados a media intervención del diputado de JxCat. Por su parte, el conseller de Economía y Hacienda, Jaume Giró, ha «celebrado» poder tramitar los presupuestos, aunque ha lamentado que la CUP no esté en el acuerdo.
Giró ha instado a la CUP a combinar sus «convicciones» con sentido de la «responsabilidad» y ha avisado: «Ni a ERC ni a JxCat, nadie nos puede reprochar que no seamos suficientemente soberanistas». La portavoz de PSC-Units, Alícia Romero, ha acusado a Aragonès de «improvisar» en la negociación presupuestaria y arrastrar a Cataluña a la «incertidumbre» y la «inestabilidad» en un momento crítico para la recuperación económica.
El portavoz adjunto de Vox en el Parlament, Antonio Gallego, ha acusado a Giró de dar una imagen «lamentable» con el «vodevil» de la negociación: «Qué poco ha durado la legislatura del 52 %» de votos independentistas, ha ironizado. Tras haberse negado a retirar su enmienda a la totalidad, la CUP, a través de su diputada Eulàlia Reguant, ha avisado de que «quien abandona el 52% es quien pacta por detrás la ampliación del aeropuerto o quien defiende los intereses de unas patronales que se pusieron en contra del referéndum del 1-O».
El portavoz de Cs en el Parlament, Nacho Martín Blanco, ha tachado a En Comú Podem de «salvadores de los partidos independentistas», mientras que el líder del PPC, Alejandro Fernández, ha acusado al Govern de «irresponsable y frívolo» por su «espectáculo» negociador.
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