Asesinatos sexuales y por violencia vicaria se considerarán feminicidios

A esta categoría, se añadirá la de violencia sexual, en la que se incluirían los asesinatos vinculados a situaciones de explotación sexual, trata y aquellas comprendidas en el ámbito de la ley de garantía integral de la libertad sexual; la violencia familiar, siempre que sea ejercida por hombres hacia mujeres; la violencia vicaria y la violencia social. En esta última -en la que se enmarcarían casos tan conocidos como el de Laura Luelmo o Diana Quer- se incluirían los asesinatos perpetrados, siempre por razón de género, por vecinos, compañeros de trabajo, empleadores, etcétera.

Todas las víctimas que formen parte de este cómputo de feminicidios serán mujeres, a excepción de las víctimas de violencia vicaria (los hijos de las mujeres), que son usadas como instrumento para causar el mayor daño posible a la madre. Rosell ha indicado que habrá otras subcategorías que se están diseñando con expertas, con las que se ultiman los detalles para que este cómputo de feminicidios comience a realizarse en enero de 2022. Ha destacado que la publicación de esta estadística es un compromiso que arrastra el Ministerio de Igualdad desde hace años y para su elaboración han contado con el asesoramiento de expertos como Graciela Atenzio, responsable de feminicidios.net, o el exdelegado del Gobierno contra la Violencia de Género Miguel Lorente. Ha insistido en la necesidad de respetar la serie histórica de las víctimas de la violencia ejercida en el ámbito de la pareja o expereja y ha reconocido que no es fácil categorizar todos los supuestos. Las categorías establecidas -ha detallado- se han sometido en octubre a la consideración del Observatorio Estatal de Violencia contra las Mujeres y ha recogido también observaciones de la fiscal de sala.