En un comunicado, el instituto armado señala que en la operación se han sido intervenidos casi 50 kilogramos de distintas sustancias precursoras de explosivos y otros productos químicos además del resto de elementos necesarios, entre los que destacan 22 rollos de mecha y 700 cerillas eléctricas (iniciadores).
El detenido tenía instalado en su domicilio, ubicado en un bloque de viviendas, un supuesto taller clandestino dotado de todo tipo de maquinaria y elementos necesarios para la fabricación de mezclas y artefactos explosivos, incendiarios o pirotécnicos.
Esta persona, según indica, "fabricaba los artefactos de forma artesanal a base de mezclas de sustancias químicas precursoras de explosivos, que previamente adquiría al margen de la ley en el extranjero". Con las sustancias precursoras y productos químicos intervenidos se podían elaborar distintos tipos de mezclas explosivas, pirotécnicas o incendiarias, "todas ellas muy peligrosas por su poder destructivo".
La investigación se inició cuando la Guardia Civil detectó que el detenido estaba recibiendo envíos postales procedentes de países del Este de Europa que contenían sustancias precursoras de explosivos que eran "falsamente declaradas como productos para artesanía, lo que hizo sospechar del fin ilícito al que iban destinadas".
La Guardia Civil resalta que se trata, por tanto, de una de las mayores incautaciones de este tipo de artefactos de fabricación artesanal y precursores de explosivos realizada hasta el momento en el país, junto con la realizada en noviembre de 2019 en Miranda de Ebro (Burgos) donde también la Jefatura de Información de la Guardia Civil desarticuló otro taller clandestino de fabricación de explosivos.
Detalla que esta operación es fruto de las labores que desarrolla la Guardia Civil en esta materia como Fuerza y Cuerpo de Seguridad del Estado sobre el que recae la responsabilidad del control de las armas y explosivos; por lo que desde su Jefatura de Información se viene realizando "un constante esfuerzo para detectar y neutralizar los canales de suministro ilegal de este tipo de sustancias precursoras".
Con la presente actuación, destaca que no solo se ha impedido que el elevado número de mezclas y artefactos explosivos y pirotécnicos incautados pudieran ser desviados al mercado negro; sino también se ha evitado "el enorme riesgo existente para la vida e integridad física de los vecinos del inmueble donde estaba instalado el taller clandestino en caso de una explosión accidental durante su manipulación o almacenamiento".
Según añade, "a pesar de la gravedad de los hechos y el peligro potencial antes citado", la investigación permitió descartar "cualquier tipo de vinculación del detenido con grupos radicales, violentos o delictivos", por lo que todo parece indicar que realizaba estas actividades "llevado por su afición a experimentar con este tipo de materias".
Entre los efectos incautados, se encuentran 5,7 kilogramos de pólvora, 50 artefactos de fabricación artesanal ya terminados, 22 rollos de mecha (13 rollos de mecha lenta, siete rollos de mecha rápida y tres de mecha artesanal), además de diez mechas artesanales sueltas, 700 cerillas eléctricas (iniciadores) y 28,3 kilos de precursores de explosivos (clorato potásico, perclorato potásico, nitrato potásico, aluminio en polvo y magnesio en polvo).
También, 19 kilos de diversos productos químicos para la fabricación de explosivos (nitrocelulosa, azufre, carbón vegetal molido, ácido bórico, perclorato de amonio, benzoato, óxido de hierro, oxido de cobre, nitrato de estroncio y de bario, y sulfato de sodio), 126 tacos de pólvora prensada, manuales y anotaciones manuscritas para la fabricación de mezclas explosivas y pirotécnicas, diversa maquinaria, herramienta y elementos para la manipulación de mezclas explosivas y pirotécnicas (prensa hidráulica de 4 TM, molinillo industrial, carcasas de cartón y plástico, entre otros).
Recuerda que el comercio de sustancias químicas precursoras de explosivos está restringido y regulado desde hace años tanto en la Unión Europea como en España; por lo que para su legal adquisición en el país es necesario contar previamente con una licencia que otorga el Ministerio del Interior a través del Centro de Inteligencia de contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), que es el Punto de Contacto Nacional en materia de precursores, y con el que la Jefatura de Información de la Guardia Civil trabaja estrechamente en esta materia, tal y como pone de manifiesto que esta Unidad en lo que va de año haya analizado más de 390 solicitudes de este tipo de licencias de precursores para descartar que sus solicitantes no pretendan desviar estas sustancias para fines ilícitos.
Este exhaustivo control hace que personas, como el ahora detenido, traten de adquirir estos precursores en otros países fuera de la Unión Europea.
La presente operación ha sido desarrollada por la Jefatura de Información (UCE3) de la Guardia Civil con el apoyo de la Sección de Información de la Zona de Andalucía, así como del Grupo de Información, el Grupo de Desactivación de Explosivos (Gedex), Usesic y Servicio Cinológico (perro detector de explosivos) de la Comandancia de Sevilla.
1 comentario
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O sea, que fabricaba cohetes de feria sin permiso,