La hermana del hombre que murió en Sevilla de un ictus tiempo después de vacunarse con la dosis única de Janssen ha roto su silencio este miércoles en televisión. Ha sido en el programa de Antena 3 Espejo público, y María José ha mostrado dudas a la razón por la cual a él lo vacunaron con esta opción siendo menor de 40 años.
«Qué motivo había si se sabía que a menores de 40 años no se le podía poner, porque se la pusieron a mi hermano» se ha cuestionado en una entrevista en el espacio matinal del canal principal de Atresmedia.
La familiar del fallecido, a quien ha descrito como «una persona totalmente sana, sin patologías y deportista», ha relatado que «es un infierno lo que estamos pasando», y ha confirmado que piensan tomar medidas en los tribunales. «Vamos a reclamar judicialmente», ha afirmado, añadiendo que no entiende por qué fue vacunado con tanta celeridad y con un tipo de vacuna que no está prescrita a su franja de edad, salvo algunas excepciones.
María José añade que junto a su hermano «vacunaron a muchos de su empresa y todas las personas jóvenes. Todas personas jóvenes, muchísima gente menores de 40 años. A nosotros pocos momentos después de morir mi hermano nos reunieron y nos dijeron que era causa de la vacuna, causa directa de la vacuna. Lo que pasa que no tenemos ningún papel que lo pueda demostrar».
Según la hermana del fallecido, la vacuna le causó daños internos irreparables. «Le provocó un ictus, le provocó varios trombos y todos los órganos parados, le fallaron todos los órganos. La responsable de trasplantes vino a hablar con nosotros y nos dijo que solamente pudo donar la córnea de los ojos porque no había órganos que estuvieran bien».
5 comentarios
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Lo triste y doloroso, es que en estos momentos las farmacéuticas y los gobiernos están exentos de responsabilidades. Porque en principio todos se vacunan "voluntariamente", al dar su consentimiento a ser inoculados con un fármaco en fase experimental. Los tribunales, tendrán que decidir, así y todo, que no se puede "experimentar" con toda la población. De siempre se ha experimentado con grupos de voluntarios y bien informados. Por tanto, los gobiernos y farmacéuticas son responsables de los efectos adversos, por no informar debidamente a todas las personas de los riesgos tan evidentes. Lo extraño, es que no se paralice y se investigue, si no que encima cada vez más y más presión para inyectar, y encima ahora a los niños. Solo cabe la esperanza que los jueces hagan justicia algún día.
Otra noticia que los negacionistas de antivacunas van a aprovechar..... Como el tal poposky....que no da más de si el pobre.