El juez ha acordado esta medida cautelar a propuesta de la Fiscalía tras la declaración del acusado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Collado Villalba, según han indicado a varias fuentes presentes en la misma.
En concreto, el juez ha dictado orden de alejamiento de 500 metros respecto al domicilio o al lugar de trabajo de Iglesias y Montero durante el tiempo que dure la instrucción judicial, además de impedirle comunicarse con ellos por cualquier medio o a través de personas interpuestas.
Ha atendido de ese modo a la petición del representante de la Fiscalía, porque la acusación que ejercen los miembros del Ejecutivo pedía que el alejamiento fuera de tres kilómetros.
Iglesias y Montero ratificaron ayer la denuncia que interpusieron contra Miguel F. por los delitos de acoso, coacciones, desobediencia a la autoridad y revelación de secretos. El vicepresidente y la responsable de Igualdad aseguraron sentir «miedo» y explicaron al juez que en ocasiones las protestas despiertan a sus hijos.
En sus testimonios, desvincularon lo que ocurre en las puertas de su domicilio con los escraches políticos.
En su defensa, Miguel F. ha argumentado que simplemente ha ejercido su derecho a la protesta, descontento por la actuación de Iglesias como vicepresidente segundo del Gobierno en la gestión de las residencias y en otros aspectos relacionados con la pandemia.
En su declaración, en la que se ha negado a responder al fiscal y a la abogada de los demandantes, el acusado ha reconocido que se subió a una roca a grabar el interior de la vivienda de Iglesias y Montero y ha admitido que acude reiteradamente con pancartas al domicilio, consciente de que allí viven tres menores.
6 comentarios
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Di alguien hiciera lo mismo ante el palacio de la zarzuela no duraria ni un solo dia, ese energumeno lleva meses. Ya era hora.
Amigo Pablo... en otro tiempo sería presidente del país que no puedes pronunciar... hoy en día, gracias a la hemeroteca .. estará fuera en breve. Te has convertido en lo que criticabas.
Los escraches que ellos no hace tanto practicaban con fervor y entusiasmo contra sus enemigos políticos, léase el PP y que denominaban como jarabe democrático, ahora resulta que se convierte en ACOSO cuando alguien lo practica contra esta nueva casta aburguesada del comunismo rancio bolivariano. Vergüenza no tienen pero cinismo y caradura les sobra.
Sería interesante que todos los que defendían a Valtonic y los acosos que protagonizó Iglesias y los poemitas contra políticos del PP, dieran la cara para ver que opinan sobre la libertad de expresión.
Ahora es acoso. Cuando lo hacían ellos eran Scratches.
Quan ell i altres extremistes d'esquerres han fet coses fins i tot pitjors eren "escraches", "jarabe democrático"... però quan li fan al Pablo i parella es veu que en canvi llavors es diu "acoso".