Según los datos facilitados por el Ministerio de Seguridad Social, este comportamiento implica un retroceso del 27,36 % respecto a julio y de un 76 % respecto a los máximos registrados el 30 de abril cuando llegaron a estar más de 3,3 millones.
De esta forma, al cierre de agosto, tres de cada cuatro personas incluidas en un ERTE durante la pandemia han salido de esta situación.
De las 812.438 personas en un ERTE, 165.598 tenían una suspensión parcial, lo que supone algo más del 20 % del total.
En cuanto al tipo del ERTE, a 31 de agosto, el número de personas trabajadoras en uno por fuerza mayor asciende a 663.656, lo que supone 268.953 menos que al cierre de julio, que eran 932.609.
Las incluidas en un ERTE de no fuerza mayor ascendían a 31 de agosto a 148.782, con una caída de 37.151 personas.
Por regiones, la reducción de los trabajadores en un ERTE ha sido heterogénea en agosto.
En cifras absolutas, Madrid, con 175.963 trabajadores en un ERTE a cierre de agosto; Cataluña, con 170.242; Andalucía, con 96.064; Canarias, con 83.500; Comunidad Valenciana, con 67.347, y Baleares, con 58.801, suman el mayor número de empleados en esta situación
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