El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | CHEMA MOYA

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El presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, está determinado a promover una revisión de los delitos de rebelión y de sedición con el fin de que se ajusten mejor a la realidad actual española, si bien aún no ha definido el alcance de esa reforma, que afrontará en cualquier caso con el deseo de concitar un amplio consenso en el Parlamento.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, ha confirmado la voluntad del presidente de promover en el Congreso de los Diputados un «debate abierto, previo contacto con los grupos parlamentarios» respecto de la reforma del Código Penal que incluya la «tipificación de los delitos vistos respecto a los comportamientos producidos en Cataluña», en referencia a la rebelión y la sedición.

Como sobre esta cuestión concreta el Gobierno de coalición aún no tiene una posición común -no ha habido ocasión de debatir aún esta cuestión- fuentes del Ejecutivo explican que aún no está decidido si la propuesta de reforma del Código Penal partiría del Gobierno con la presentación de un proyecto de ley al respecto o del Grupo Socialista con una proposición de ley.

Esta segunda opción permitiría a Unidas Podemos presentar su propia propuesta, escenario que fue al que apuntó el presidente en su entrevista en TVE al señalar que éste sería un debate que tendría que abrirse en el Gobierno.