Distintas fuentes del órgano de gobierno de la Cámara Baja han informado de que ninguno de esos informes, uno del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y otro de Patrimonio, está terminado, pero esperan tener ambos completos en pocos días para que los nueve integrantes de la Mesa lo estudien.
La tarea no es fácil. Hacer obras en el hemiciclo del palacio del Congreso, un edificio del siglo XIX dotado de un enorme y valioso patrimonio artístico e histórico, requiere de una serie de permisos y de trámites muy complejos, precisamente por el alto nivel de protección con el que cuenta.
Fue la presidenta del Congreso de la XII legislatura, Ana Pastor, quien inició el procedimiento para sopesar hasta dónde podía llegar en la mejora de la accesibilidad de diputados con discapacidad. La actual presidenta, Meritxell Batet, lo ha retomado.
Según han explicado las fuentes consultadas, el Congreso contrató con CERMI la redacción de un informe y se presentó un primer borrador en el que se planteaba cómo favorecer la accesibilidad tanto a los escaños como a la tribuna de oradores.
Debido a la necesidad de ajustar las posibles modificaciones en la estructura del hemiciclo a la protección del mobiliario, el Congreso negoció con CERMI hacer una serie de reajustes en el informe, siempre según la versión de las fuentes parlamentarias consultadas. Fuentes que recalcan que ese estudio aún no se ha presentado y, por tanto, aún no lo ha visto la Mesa. Como tampoco ha visto el que se ha encargado a Patrimonio.
La necesidad de tomar una decisión al respecto ha revivido por dos hechos ocurridos durante la última semana: por un lado, la ubicación de Echenique en el hemiciclo a lo largo del debate de investidura, junto a la mesa de las taquígrafas y no entre los escaños; por otro, su designación como portavoz de Unidas Podemos en el Congreso. Ser portavoz, por regla general, conlleva una ubicación en el hemiciclo más próxima a la Mesa.
Ello supondría un cambio en el emplazamiento que Echenique ocupó durante le breve legislatura pasada: en la última fila, en el «gallinero».
Fue así porque es la zona del hemiciclo más accesible para parlamentarios en silla de ruedas, ya que a esta zona se puede llegar a través de una rampa, tras subir en un ascensor. A Echenique, además, se le adaptó el escaño igual que las Cortes de Aragón hicieron cuando fue parlamentario autonómico.
El cambio lo llevó a cabo el Departamento de Tecnología del Congreso, pues se instaló un aparato y un cable que facilitaban la pulsación de los distintos botones de voto, que son cuatro: el que indica la presencia y los que marcan su sentido, es decir, el verde (a favor), el rojo (en contra) y el amarillo (la abstención).
La conveniencia de favorecer la accesibilidad del hemiciclo está pendiente desde las tomas de posesión como diputados de Paco Vañó y de Ignacio Tremiño, ambos del PP, ambos en silla de ruedas.
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