Carcedo se ha pronunciado así durante la inauguración de las 'II Jornadas Nacionales de Sexología', celebradas en Mérida (Extremadura), donde, además, ha recordado que su departamento ministerial está impulsando la salud sexual y reproductiva y los derechos sexuales para que se concreten y se hagan realmente efectivos en España.
«Queremos, como reza el sugerente lema que habéis elegido para estas jornadas, construir sexualidades sanas y libres. Colocar los derechos sexuales y la salud sexual como uno de los ejes centrales de las políticas de salud pública responde al mandato de la Constitución», ha dicho la ministra de Sanidad en funciones.
Además, Carcedo ha reconocido que cuando llegó al Gobierno encontró «grandes retrocesos» en todas estas áreas debido, a su juicio, a la puesta en marcha de políticas «inadecuadas» y a la «ausencia» de cualquier intervención pública sobre algunos de ellos.
«En años atrás no se desarrolló la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, aprobada por el Ministerio y las comunidades autónomas en 2011, aunque es un mandato que recoge la Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Quizá una de las cuestiones más preocupantes es que en estos años también se retrocedió en el derecho de los niños y niñas a recibir educación sobre la salud sexual», ha añadido.
Dicho esto, Carcedo ha recordado que España está a la cola en educación sexual en los centros escolares, así como en campañas públicas que prevengan infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados o den información sobre métodos anticonceptivos en menores de 30 años, según el barómetro elaborado por la Federación Internacional de Planificación Familiar en 2015. Al mismo tiempo, ha lamentado la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y sus contenidos de educación sexual.
«Si abandonamos nuestra tarea de informar y de formar en este aspecto inherente a la personalidad de los seres humanos como es la sexualidad y el afecto, la juventud, que es por naturaleza curiosa, buscará fuentes alternativas», ha insistido, tras destacar que el Ministerio de Sanidad ha empezado a poner remedio a la falta de información de calidad sobre la evolución de los hábitos sexuales de los últimos años.
«En los últimos años, el uso del preservativo ha descendido entre los 15 y 18 años. Si en 2002 el 84 por ciento afirmó haberlo usado en su última relación sexual, en 2018 esa cifra baja 9 puntos porcentuales, hasta el 75 por ciento. En salud, los retrocesos no son gratuitos, ya que las tasas de infección por gonorrea se han incrementado desde 2010», ha apostillado.
De hecho, prosigue, su mayor subida, un 26 por ciento anual, se produjo entre 2013 y 2017, según los últimos datos de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III. Asimismo, la ratio más elevada de infección por gonorrea (78%) se produjo entre la población de entre 20 y 24 años, al igual que los casos de infección por clamidia y sífilis.
Finalmente, la ministra ha reafirmado el compromiso de su departamento con los derechos sexuales reconocidos en la primera Declaración de los derechos sexuales, proclamada en 1997 en el XIII Congreso Mundial de Sexología, y con los principios de Yogyakarta, que recogen la aplicación extensiva de los derechos humanos y la total inclusión en ellos de todas las personas, independientemente de su orientación sexual, identidad de género u otra característica.
«La desigualdad, la ausencia de oportunidades, cuya manifestación extrema es la violencia de género y la violencia sexual deben ser combatidas por toda la sociedad. Necesitamos hacerles frente con un Estado de Bienestar fuerte, dispuesto a organizar servicios públicos que faciliten iguales oportunidades de salud a mujeres y hombres», ha zanjado la ministra de Sanidad en funciones.
3 comentarios
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Tenemos un serio problema cuando ese ente superior llamado estado se mete en nuestras vidas llegando al nivel de dictarnos el contenido que debe llevar nuestra cartera! Señores gobernantes dedíquense a solucionar los infinitos problemas estructurales que tiene el estado y déjense de meterse en nuestras vidas a golpe de R.D.
Un preservativo, un desinfectante, una dosis de profilaxis anti-hepatitis y VIH, una grabadora de video y audio por si se malinterpreta algo de lo que dices ó lo que haces, un consentimiento informado que acredite que la relación ha sido libre y que se entienden las posibles consecuencias, un certificado médico previo que acredite que se acude a la relación en perfecto estado de salud física y mental, una revisión médica posterior con presencia de Forense para acreditar que todo ha quedado en perfecto estado y un contrato de confidencialidad para evitar que se pueda contar ó difundir lo realizado. Vamos lo que viene siendo hacer el amor...
Mejor seria recomendase un Código Penal y un Abogado, por si las moscas.