«Nos limitamos a modificar los aspectos más controvertidos que la LOMCE incorporó en la LOE -Ley Orgánica de Educación, aprobada en 2006 durante el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero-- sin perjuicio de que se hable, desde una perspectiva jurídica, de la derogación completa de la LOMCE», ha explicado Celaá en la Comisión de Educación y Formación Profesional del Congreso.
La comparecencia de Celaá fue solicitada por el Partido Popular, Unidos Podemos y Ciudadanos para que la ministra explicara su anteproyecto para modificar la LOMCE, un articulado elaborado «en tiempo récord», según Celaá, impulsado por la «urgencia» de llevar a cabo una reforma en el sistema educativo, ha añadido.
Según Celaá, la derogación completa de la LOMCE «no resolvería los problemas» porque fue una ley que no sustituyó a la LOE, sino que aplicó cambios en su texto que «habrían permanecido» provocando «una situación jurídica nada deseable», por lo que su Ministerio plantea una «nueva redacción de la LOE» . «Abrimos ahora un tiempo para la aportación y el diálogo», ha dicho Celaá a los representantes de los grupos parlamentarios.
La ministra ha desgranado en su tercera comparecencia en la Comisión de Educación el contenido del anteproyecto de la nueva ley educativa que prepara el Gobierno, como la eliminación de los itinerarios en la ESO o la «disminución de los índices de repetición», que incluye la medida de permitir a los alumnos titular Bachillerato con una asignatura suspensa, algo que Celaá asegura que ya se produce «de facto sin haber provocado polémica alguna».
Celaá también ha defendido que la asignatura de Religión deje de computar para la nota media como una medida que «se atiene estrictamente a los acuerdos firmados con la Santa Sede». La titular de Educación considera que permitir que la nota de Religión se tenga en cuenta para la obtención de una beca o para la prueba de acceso a la universidad «no sería justo para quienes no quieren cursar esa materia».
Del mismo modo, la ministra ha justificado la creación de la asignatura de Valores Cívicos y Éticos que contempla su reforma, que se impartirá durante un curso de Primaria y otra de Secundaria, y responde, según Celaá, a «una demanda clamorosa de la sociedad» para «formar a las futuras generaciones en la igualdad, la prevención de la violencia o el compromiso con la sostenibilidad», entre otros valores.
Celaá, que ha comparecido situada a la derecha de su antecesor Íñigo Méndez de Vigo -que ha presidido la Comisión-, ha defendido recuperar el reparto competencial entre Estado y comunidades autónomas que «ha estado funcionando los 17 años anteriores a la LOMCE», y que considera que tiene «más ventajas que inconvenientes».
Sobre el tratamiento curricular de las lenguas cooficiales, la ministra ha asegurado que su propuesta trata de combinar el aprendizaje de castellano en las comunidades con otra lengua, cuyo aprendizaje también debe garantizarse. «Se hace hincapié en la necesidad de que todo el alumnado termine la educación básica con el nivel adecuado en la capacidad de expresarse oralmente y por escrito en una y otra lengua», ha subrayado Celaá.
PP Y CIUDADANOS, EN CONTRA
Partido Popular y Ciudadanos ya han manifestado que se posicionarán en contra del anteproyecto de ley elaborado por el Ministerio dirigido por Celaá. «No vamos a apoyar este proyecto de ley, vamos a presentar una enmienda a la totalidad de este texto», ha anunciado la portavoz de Educación del PP, Sandra Moneo. «Ciudadanos hará una enmienda de devolución», ha revelado por su parte la portavoz de Cs, Marta Martín.
Moneo ha acusado a la ministra de haber «enterrado de forma definitiva la posibilidad de lograr un gran pacto por la educación» y ha calificado de «gran farsa» el anteproyecto por haber presentado sus conclusiones antes de que concluyera el periodo de alegaciones al texto, según la portavoz popular, que también ha cuestionado las medidas que incluye la reforma.
Por ejemplo, Moneo considera que permitir a los alumnos de Bachillerato titular con una asignatura suspensa es «degradar» la calidad del sistema educativo porque se «destierra la cultura del esfuerzo y la excelencia», y ha reivindicado, siguiendo la línea anunciada por el presidente del PP, Pablo Casado, el propósito de «fortalecer las competencias del Estado» en materia de educación.
Marta Martín, de Cs, también ha acusado a Celaá de proponer una tramitación sin el acuerdo de los grupos y de la comunidad educativa. «Sea sincera y elimine la palabra 'consenso' y hable de imposición», ha pedido la diputada. «Han hecho uno de los mayores ejercicios de desprecio a la comunidad educativa de la historia, tanto como hizo Wert», ha añadido aludiendo al primer ministro de Educación de Mariano Rajoy y responsable de la LOMCE.
Para Martín, el anteproyecto de Celaá tiene «muchísimo tinte ideológico» y ha calificado su exposición de motivos como un «mitin electoral» dedicado a «denostar al PP». «Plantean eliminar la LOMCE sin derogarla, pero lo hacen para volver a su LOE. ¿Usted cree que la reforma educativa que España necesita es una ley de 2006? La LOE está obsoleta y no tuvo buenas resultados. Abandonen la postura de Gollum de proteger su tesoro», ha sentenciado con un guiño a 'El señor de los anillos'.
ADVERTENCIA DE UNIDOS PODEMOS
Además del rechazo de PP y Cs, la propuesta de reforma de Celaá se ha encontrado también con una advertencia de Unidos Podemos, a través de su portavoz en Educación, Javier Sánchez: «Si quieren que salga adelante tendrán que hacer una ley de 2018 y tendrán que dialogar más». Según el diputado de la formación morada, el anteproyecto les ha provocado «sensación de cierta amargura».
«Esperábamos otra cosa», ha admitido Sánchez, que califica la reforma de Celaá como un regreso «a la época de Zapatero» sin reflejar los consensos alcanzados por la comunidad educativa. También ha criticado que el borrador de la reforma no venga acompañado de una memoria económica, o que se incorpore Historia de la Filosofía en Bachillerato -como propuso Unidos Podemos y respaldaron unánimemente todos los grupos- «a costa de eliminar la Ética en 4º de ESO.
La propuesta de Celaá tiene, por el momento, el apoyo explícito de ERC. «Somos partidarios de hacerlo lo antes posible y no pondremos ninguna traba a que estos cambios imprescindibles se hagan», ha manifestado su portavoz de Educación Joan Olòriz en sintonía con el discurso de la ministra. «Es cierto que lo que usted nos propone es urgente y necesario: reconstruir lo que hemos perdido en el camino por la crisis y el mar gobierno político, reparar lo que la LOMCE nos ha dejado», ha expuesto el diputado catalán.
Desde el PNV, el diputado Joseba Andoni Aguirretxea ha admitido estar de acuerdo con el diagnóstico de Celaá sobre «el caos que generó la LOMCE» y que «la música» de su propuesta «suena bien porque sonaba tan mal la anterior que ahora suena mejor». Sin embargo, ha advertido que su grupo estará vigilante sobre «el ámbito competencial educativo» reivindicado «mucha más autonomía». Las apreciaciones del diputado del PdeCAT Sergi Miquel ha sido similar. «En materia educativa, después de haber pasado el ministro Wert, cualquier tiempo pasado nos parece mejor», ha dicho ante el regreso a la LOE.
2 comentarios
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Y derogar la última reforma laboral que tanto daño hace para cuando? Era buque insignia y una vez en el poder se ha diluido.
... mal muy mal si no se denuncian los acuerdos con el estado extranjero teocrático y antidemocrático del Vaticano, que tiene patente de corso en la educación de nuestros hijos... que la pseudoasignatura de religión, que en realidad es apologética, siga en el temario sólo con el maquillaje que ya no sea computable para las notas es una broma de mal gusto... el Psoe y los reaccionarios del PPCVox van de la mano en este tema, cuando hay la oportunidad de cambiar las cosas, siempre se las arreglan para dejarlas igual y nosotros con cara de tontos. La religión se debe dar en la catequesis de las parroquias, y que las den los curas, que no paguemos nosotros sueldos de profesores externos, nombrados a dedo sin oposiciones por la conferencia episcopal... está visto que tendremos esa caspa dentro de las aulas hasta que no gane la izquierda, la de verdad