Además, ambas partes «reafirman la importancia de continuar el diálogo y los intercambios entre China y la Unión Europea en materia de derechos humanos, sobre la base de los principios de igualdad y respeto mutuo».
Así consta en la declaración conjunta «sobre el fortalecimiento dela asociación estratégica integral en un cambio de época» difundida por el Palacio de la Moncloa después del encuentro que ha mantenido Xi con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
Ambos, según ha informado el Gobierno español, «han mostrado sintonía en su visión del comercio global bajo normas establecidas» y en la defensa del multilateralismo como «principal herramienta para lidiar con desafíos globales, desde el cambio climático, o los flujos migratorios masivos a la proliferación nuclear».
Todos estos puntos aparecen recogidos en la declaración bilateral, así como el compromiso de luchar contra el terrorismo y la delincuencia transnacional. El texto también subraya el empeño de los dos Gobiernos de reforzar las visitas recíprocas y la cooperación en múltiples ámbitos, incluido el ámbito político, con el fin de «consolidar la confianza».
SOBERANÍA E INTEGRIDAD TERRITORIAL
En este capítulo, los dos países «reiteran su adhesión alos principios de respeto mutuo de la soberanía y de integridad territorial de los Estados de acuerdo con el Derecho Internacional y las Resoluciones de Naciones Unidas» y España «reafirma su adhesión al principio de una sola China».
Tras un encuentro bilateral, Sánchez y Xi se han reunido en compañía de varios de sus ministros, que han firmado un total de ocho acuerdos bilaterales. Posteriormente se ha celebrado un almuerzo en el Palacio de la Moncloa, con asistencia de cerca de un centenar de personas con vínculos con China.
La declaración hace alusión a la iniciativa de 'La Franja y La Ruta' (BRI) como «una importante propuesta en el marco de la cooperación global» y reconocen su potencial «para fortalecer el intercambio y la cooperación en terceros mercados».
En un contexto en el que España no se sumará a esta iniciativa, porque prefiere aprovechar el marco europeo de conectividad con Asia, la declaración habla de «identificar sinergias» entre la BRI y la estrategia europea, «de forma que se puedan explorar posibilidades de negocio e inversión recíprocamente beneficiosas para empresas españolas y chinas».
IGUALDAD DE GÉNERO Y DERECHOS LABORALES
La declaración señala también que los dos países «otorgan una especial relevancia a la igualdad de género y a su inclusión en la agenda internacional» y a las cuestiones «relativas a la situación de las personas con discapacidad y a la juventud».
También señalan su voluntad de promover «el trabajo digno, la protección social, y la salud y seguridad en el trabajo a través del intercambio de experiencias y conocimientos mediante el diálogo bilateral y en foros internacionales para garantizar conjuntamente los derechos laborales». El empleo ha sido el tema central de uno de los acuerdos firmados entre ambos Gobiernos.
En el plano multilateral, apuestan por cooperar en los foros internacionales y promover «el multilateralismo basado en el derecho internacional y en las normas universalmente aceptadas», así como unas relaciones internacionales «basadas en el respeto recíproco, la equidad, la justicia y la cooperación en beneficio mutuo».
España y China propugnan «una economía mundial global, abierta, equilibrada e inclusiva basada en las reglas de la OMC», reafirman su «compromiso de luchar contra el proteccionismo y unilateralismo» y trabajarán por la eliminación de «todos los obstáculos comerciales».
REEQUILIBRAR LA RELACIÓN COMERCIAL
La declaración también presta atención a aspectos concretos de la relación bilateral y, así, los dos Gobiernos hablan de «aumentar la apertura económica» e incrementar los intercambios para que sean «más equilibrados», mirando para ello al sector agroalimentario, entre otros.
Según datos del ICEX, las relaciones comerciales entre España y China se caracterizan por un «déficit crónico». En 2017, España importó bienes por 25.662 millones de euros, lo que convierte a China en el tercer proveedor de España y exportó 6.258.
Impulsar el proyecto logístico de trenes de mercancías que enlazan China y España, aumentar la conectividad aérea por el bien del turismo, fortalecer la cooperación científica y tecnológica y los intercambios entre profesionales y la promoción de las lenguas respectivas son otras de las prioridades recogidas.
Así, los dos valoran positivamente el establecimiento de un segundo Instituto Cervantes en la ciudad de Shanghái y la implantación de Centros Culturales chinos en ciudades españolas y se comprometen a reforzar la cooperación en materia deportiva, incluyendo la movilidad de profesionales y el entrenamiento de jóvenes.
UNA VEINTENA DE ACUERDOS
Con este fin los dos Gobiernos han firmado ocho acuerdos entre ellos un protocolo que abrirá el mercado chino a la uva de mesa española y segundo sobre requisitos fitosanitarios para exportar porcino que «abre grandísimas posibilidades a la industria cárnica española», según fuentes del Ejecutivo.
También se ha firmado un convenio para evitar la doble imposición, otro para explorar posibles proyectos de cooperación e inversión en terceros mercados; uno de empleo y Seguridad Social, otro sobre materiales avanzados, y dos de ámbito cultural. Uno, a cargo del Ministerio de Exteriores, para permitir la apertura de más centros culturales de España en China y un segundo que firmará el director de la RAE con la Universidad de Estudios Internacionales de Shanghai para la enseñanza y la investigación del español.
Junto a los acuerdos institucionales, se han firmado diez acuerdos empresariales entre compañías españolas y chinas, en concreto, por parte del Instituto de Crédito Oficial, Abengoa, Barcelona Housing Systems, Telefónica, Técnicas Reunidas, Tecnatom, Puerto de Algeciras, Grupo SEAT, INDRA, Hospital Clínico de Barcelona.
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