Imagen de protestas ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). | Efe

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La Plataforma per la Llengua señala en el InformeCAT 2018, que ha presentado este viernes, que el catalán ha perdido 300.000 hablantes habituales en Cataluña en los últimos quince años, lo que atribuye a hechos como la caída de la natalidad, según un comunicado hecho público este viernes.

También considera que este descenso puede ser debido a «la llegada de personas jóvenes en edad de trabajar de fuera del dominio lingüístico que no tienen conocimiento inicial de la lengua».

A pesar de ello, la entidad subraya que «un 5 por ciento más de personas jóvenes tienen el catalán como lengua habitual en Cataluña, y ya son el 36,4 por ciento del total».

En esta séptima edición de InformeCAT se destaca la «preocupación por la transmisión intergeneracional de la lengua, aunque se detecta que los jóvenes saben más catalán que las generaciones predecesoras», tanto en Cataluña como en Baleares y Andorra.

El presidente de la Plataforma per la Llengua, Òscar Escuder, ha afirmado que los próximos años «podrían caracterizarse por el hecho de ser una época en la que el conocimiento del catalán será suficientemente generalizado, pero el uso social de la lengua será más alto o más bajo según el contexto, la situación comunicativa, el territorio y, sobretodo, la actitud lingüística de los hablantes».

Por este motivo, Escuder ha indicado que «es importante que de padres a hijos, de abuelos a nietos, entre amigos se mantenga el catalán como lengua común de nuestro día a día».

El informe refiere, por otra parte, que siete de cada diez personas practican «infidelidad lingüística», lo que significa que «la reacción después de haberse dirigido a alguien en catalán y recibir una respuesta en español es cambiar de lengua».

Además, expone «un aumento general del consumo de radio, televisión, cine, teatro, libros, música y revistas en catalán» y se asevera que el catalán está «prácticamente ausente» en webs, catálogos, navegadores y manuales de vehículos y que la desaparición de las cajas de ahorro «ha hecho caer el uso del catalán hablado en los bancos».