El Rey apela al diálogo para construir una España «que ilusione» y pide a los elegidos en los comicios catalanes que respeten la pluralidad de su sociedad porque «el camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o la exclusión». | Youtube: AGENCIA EFE

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El Rey apela al diálogo para construir una España «que ilusione» y pide a los elegidos en los comicios catalanes que respeten la pluralidad de su sociedad sin «imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás», porque «el camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o la exclusión».

Apenas tres días después de las elecciones autonómicas que dieron la victoria a Ciudadanos pero revalidaron una mayoría independentista en el Parlament, Felipe VI ha subrayado que el camino abierto por estos comicios debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana -que es «diversa y plural»- recupere «la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo».

«Que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos», ha insistido el Monarca, quien ha argumentado que, frente al ya conocido enfrentamiento o la exclusión que «solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento», el nuevo camino debe llevar también a que «renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña».

Debe conducir, así, según su reflexión, a afirmar "los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su Historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su espíritu creativo y vocación de apertura, su voluntad de compromiso y su sentido de la responsabilidad".

Don Felipe ha puesto de manifiesto al comenzar su mensaje que 2017 ha sido "un año difícil para nuestra vida en común" y "marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña", antes de resaltar que en España "cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas, pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás".

"Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democrático de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure 'la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político', tal y como señala nuestra Constitución", ha advertido, antes de argumentar que "cuando estos principios básicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable".

Tras recordar los avances logrados en el país durante los últimos cuarenta años, ha recalcado: "Todo ese gran salto sin precedentes en nuestra Historia ha sido posible gracias a una España abierta y solidaria", que "reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad con un espíritu integrador, una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia".

A continuación, ha puntualizado que se debe reconocer que en ese camino "no todo han sido aciertos" y "persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir" y "requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas".

En ese contexto, el Rey ha instado a no renunciar a la España que "juntos" han construido los españoles y ha animado a seguir "actualizándola", con el convencimiento de que "nadie desea una España paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una España serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos".

Aparte de "los problemas de convivencia" generados por la crisis independentista en Cataluña, don Felipe ha advertido de que la corrupción se mantiene, junto al desempleo y el terrorismo yihadista, "como una de las principales preocupaciones de la sociedad".

Ha alertado por tanto de que ello "demanda que sigan tomándose las medidas necesarias" para la "completa erradicación" de la corrupción y para que los ciudadanos "puedan confiar plenamente en la correcta administración del dinero público".

También ha reclamado que la creación de empleo estable sea siempre "un objetivo esencial y prioritario", así como que continúe "la firmeza y el apoyo político" en defensa de las mujeres víctimas de violencia machista.

En "un silencio tantas veces impuesto por el miedo", estas mujeres sufren "una lacra inadmisible, que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna", ha subrayado Felipe VI, antes de proclamar: "Concienciemos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde, que degrada nuestra convivencia".

Por primera vez en este reinado, el Salón de Audiencias de la Zarzuela ha sido el escenario del mensaje, que ha durado 11 minutos y 55 segundos, con 1.431 palabras, y en el que el Rey se ha dirigido a los españoles acompañado por las banderas de España y la UE, un busto de Carlos III, símbolos de las Fundaciones Princesa de Asturias y de Girona y una foto familiar junto a la Reina y sus hijas.