El representante del Ministerio Público aprecia una eximente incompleta de alteración psíquica de la acusada y, a su vez, la agravante de parentesco, según se recoge en el escrito de acusación de la Fiscalía fechado a 10 de julio.
La mujer residía en la localidad de Torres de la Alameda. Tenía a su cargo a uno de sus hijos, que en el momento de los hechos tenía 64 años y que «dependía de forma completa de su madre» porque contaba con una minusvalía metal y con falta de movilidad. Además, era ciego, sordo y mudo.
La madre, que tenía ya las facultades volitivas y cognitivas gravemente afectadas debido al empeoramiento de su estado de salud a consecuencia de su avanzada edad, se fue percatando de que sus capacidades físicas para seguir cuidando de Tomás se iban mermando. Como su hijo precisaba de cuidados, «y con el fin de evitar que sus otros hijos tuvieran que asumir la carga futura del mismo cuando ella faltase», tomó la decisión de acabar con la vida de ambos.
Así, el 26 de noviembre de 2015, en su casa, vació en un recipiente varios medicamentos y tras triturarlos en una batidora vertió su contenido en dos vasos de cristal. Acto seguido le dijo a su hijo Tomás que se bebiera el primero de los vasos, «sin que el mismo tuviera posibilidad de conocer su contenido», y a continuación ella se bebió el segundo «entrando ambos en estado de inconsciencia por intoxicación».
Horas más tarde una hija de la acusada les encontró tumbados en la cama del dormitorio desde donde fueron trasladados al Hospital Príncipe de Asturias. Allí, el hijo falleció a consecuencia de una hemorragia cerebral por sobre ingesta medicamentosa.
La mujer tiene otros tres hijos, uno de ellos con discapacidad física parcial, y todos han renunciado a cualquier tipo de indemnización que les pudiera corresponder.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.