Imagen de la bancada de Junts pel Sí, con el presidente catalán, Carles Puigdemont, en el margen inferior. | Efe

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha criticado este miércoles que el Gobierno central está subiendo el tono de sus declaraciones contra el proceso soberanista y ha exigido saber si el Estado está dispuesto a utilizar «la fuerza» contra el proceso soberanista.

«Ha llegado la hora de que el Gobierno español diga qué significa estar dispuesto a todo. ¿A utilizar la fuerza?», ha expresado en la sesión de control al Govern en el Parlament, aunque ha asegurado que nada le disuadirá de seguir impulsando el referéndum.

Ha afirmado que la posición contraria del Gobierno central no logrará «ni disuadir, ni replantear, ni rectificar, ni recular» en el camino a la independencia, y ha interpretado que la estrategia actual del Estado es tratar de criminalizar el movimiento independentista.

Puigdemont entiende que se criminaliza el proceso soberanista para tratar de frenarlo y lo considera impropio de una democracia: «El debate político basado en la criminalización del adversario es el preludio del totalitarismo».

Ha citado una informe del Síndic de Greuges para asegurar que el Estado tiene un mal sistema democrático, y esto ha provocado una reacción jocosa desde las bancadas de Cs y de PP, algo que ha molestado al presidente: «Cuando se ríen de un informe tan serio es que a ustedes les importa un rábano el sistema democrático. Lo que les importa a ustedes es la fuerza».

El debate sobre si el Gobierno central criminaliza o no el proceso soberanista lo ha iniciado la diputada de la CUP Gabriela Serra, que ha lamentado que Rajoy y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se han referido recientemente a los 'cupaires' como «extremistas».

«La criminalización forma parte de cualquier manual de contrapropaganda para arrinconar los espacios políticos disidentes. Estos discursos sobre enemigos internos se saben como empiezan pero no como acaban», ha dicho la 'cupaire'.

Puigdemont ha coincidido con la CUP sobre la criminalización, pero también ha reivindicado que sus decisiones sobre el referéndum no están sometidas a los 'cupaires', algo que también ha afirmado recientemente Rajoy.

«La política que hace el Gobierno no la inspira la CUP», ha reivindicado el presidente catalán, que ha afeado a los anticapitalistas la gran cantidad de veces que han reclamado en las últimas semanas que la Generalitat fije la fecha y la pregunta del referéndum.

El líder del PSC, Miquel Iceta, ha reclamado al Govern que explique e informe de sus pasos para celebrar el referéndum y ha considerado que Puigdemont se ha metido en «un callejón sin salida sin calcular las consecuencias».

También le ha advertido de que la Comisión de Venecia difícilmente avalará el referéndum unilateral, ya que ha recordado que la primera condición que fija para la consulta es que esté amparada por la Constitución del país en cuestión.