El presunto cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, a su llegada a la Audiencia Nacional. | MARISCAL

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El cabecilla de la trama Gürtel, Francisco Correa, ha reconocido los hechos de los que le acusa la Fiscalía y haber dado dádivas al extesorero del PP Luis Bárcenas, el exconsejero madrileño Alberto López Viejo y al exdiputado Jesús Merino, entre otros, aunque ha exculpado al exconcejal de Estepona (Málaga) Ricardo Galeote.

Durante su declaración como acusado en la quinta jornada del macrojuicio de Gürtel y ayudado por un grueso archivador azul repleto de documentos, Correa ha comenzado reconociendo los hechos descritos por Anticorrupción en su escrito de acusación, aunque ha añadido que va a intentar «esclarecer algunos que no se corresponden con la realidad».

Comienzos con el PP

Así, Correa, ha narrado que conoció a Bárcenas en 1993 y que organizó su primer mitin para la formación después de que el exsecretario general Francisco Alvarez Cascos diera su visto bueno al presupuesto, 10 millones más barato que el de sus competidores.

«Bárcenas me dio juego», ha indicado hasta en dos ocasiones, después de asegurar que sus vínculos con el PP eran meramente empresariales ya que sus afinidades políticas se dirigen «más hacia el otro bando» porque su padre fue refugiado político. Ha calificado al extesorero como una persona «muy complicada y muy seria».

Según ha explicado, fue Luis Bárcenas el que le contactó para preguntarle si sus empresas serían capaces de organizar un acto político. «Yo no sabía ni qué era aquello, sólo había acompañado a mi padre en una ocasión en el 75 o 76 a un acto con La Pasionaria. Mi padre lloraba, el hombre», ha recordado.

A pesar de ello, Correa preparó un presupuesto que rozaba el millón y medio de pesetas e incluía pantallas de televisión, generadores, decoración, escenario. A la vista de los gastos, Bárcenas le pidió que fuera a Génova para reunirse con Cascos.

«Cascos me dice: '¿esto es correcto o está mal?», ha recordado. Su sorpresa venía provocada porque reducía en 10 millones el presupuesto de otros empresarios. «El revuelo fue importantísimo porque los presupuestos que tenían eran de 11 millones de pesetas, la diferencia de mi empresa con otras era de 10 millones, lo hicimos y salió bien», ha indicado.

«Atenciones» a Jesús Sepúlveda y familia

Además, el presunto cabecilla de la trama ha admitido que tuvo «atenciones» con Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo y exmarido de la exministra de Sanidad Ana Mato, como la compra de un coche o el pago de viajes y fiestas de cumpleaños para su familia.

«Los negocios que haya hecho con el PP lo voy a contar en esta sala» para que «lo sepa toda España», ha anunciado Correa, para después justificar el pago de dádivas, «como se dice en el lenguaje jurídico», a miembros del PP como una práctica habitual en la empresa privada.

«La primera vez que escucho cohecho y prevaricación es cuando me detienen», ha asegurado para explicar que al hacer regalos a políticos «lo que quiero es que mi empresa funcione bien». «¿Cómo no voy hacer un regalo a una persona que me está dando un trabajo importante?», ha expuesto.

Ejemplos

A partir de ese momento ha puesto como ejemplo como en España «una empresa líder en el sector cerámico» ha agasajado a constructores y empresarios con 15 días en Nueva York en hoteles de lujo y viajando en aviones privados, y también ha puesto como ejemplo los regalos de empresas farmacéuticas a médicos, momento en el que el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, le ha interrumpido para advertirle de que se estaba desviando del objeto del juicio.

A Correa, que se enfrenta a 125 años de cárcel, la Fiscalía le imputa haber liderado desde 1999 hasta 2009 «un entramado societario y personal dirigido a enriquecerse ilícitamente con cargo a fondos públicos» y contó para ello con la colaboración de una serie de políticos a los que compensaba con pagos en especie.