Los periodistas siguen desde la sala de prensa la llegada del presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, al aeropuerto Internacinal de Hangzhou Xiaoshan. | Efe

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El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, no dará un paso atrás ni renunciará en ningún momento a intentar ser investido y evitar unas terceras elecciones por una razón «puramente democrática» y porque considera que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, no puede construir una alternativa.

En consecuencia, y aunque reconoce que puede parecer imposible que Pedro Sánchez cambie de actitud y le permita ser reelegido, seguirá intentando convencerle y pretende volver a ponerse en contacto con él tras las elecciones gallegas y vascas del 25 de septiembre porque cree que la colaboración del PSOE es la única opción que existe.

Rajoy analizó la situación abierta tras su investidura fallida en una conversación informal con los periodistas en la ciudad rusa de Kazán durante la escala para repostar que hizo el avión de la Fuerza Aérea Española en el que se trasladó hasta la ciudad china de Hangzhou para participar en la cumbre del G20 que comienza este domingo.

El presidente del Gobierno en funciones no se plantea la posibilidad de dar paso a otro candidato del PP a la investidura y asegura que ni Sánchez ni Albert Rivera le han expuesto cara a cara una propuesta de ese tipo.

Y aunque no desea las terceras elecciones, garantizó que, si se convocaran, él pretende ser de nuevo el candidato de su partido. «Me encuentro estupendo. Yo voy a defender el derecho a gobernar del PP y lo voy a hacer hasta el último momento», subrayó al tiempo que se mostró convencido de que él ha hecho lo que tenía que hacer y lo que se le podía pedir al sumar el apoyo de 170 diputados.

No garantiza que se presente a una nueva investidura porque depende del Rey. «No puedo decir lo que voy a hacer cuando todavía no lo sé», comentó. Rajoy confesó que no tenía expectativas de ser investido esta semana tras las reiteradas negativas de Sánchez.

Entre ellas la que le trasladó el lunes pasado y en la que se emplazaron para después de los comicios gallegos y vascos pero, según reconoció Rajoy, sin expectativa alguna de acuerdo. «Fue como decir llueve, hace calor...», ironizó.

Pero una y otra vez repitió que seguirá intentándolo y que el PP no renuncia a formar gobierno «de ninguna manera» por una «razón democrática», ya que ha sido el que ha ganado las elecciones y el único que ha subido en votos.

Ante la posibilidad de que Sánchez pretenda encabezar una alternativa con las «fuerzas del cambio» -es decir, Podemos y Ciudadanos, a las que apeló el viernes a buscar una solución-, Rajoy reconoció que aritméticamente es posible pero no lo ve factible.

En esa línea, recalcó que con 52 escaños y 2,5 millones de votos menos que el PP, si el PSOE pretende montar una coalición contra el partido que ha ganado sumando a fuerzas políticas que piensan radicalmente distinto en asuntos fundamentales, sería un disparate. «Yo no lo veo», apostilló.

Además, dijo que confía en que no haya otro mes «de juerga» y Sánchez no repita el «show» previo a su intento de investidura de marzo con reuniones con colectivos diversos y no con quienes tienen los votos.

Rajoy prevé llamar a Sánchez aunque se sienta molesto por declaraciones suyas como las que tildaron de «prescindible» su última reunión.

Pero no se pondrá en contacto con otros dirigentes socialistas, y ante la hipótesis de que el Comité Federal del PSOE obligara a rectificar a su líder, aseguró que desconoce si eso pasará y que no lo va a propiciar.

No obstante, reconoció que le llega el malestar de presidentes socialistas de comunidades autónomas por las consecuencias que tiene para ellos, por ejemplo, carecer de nuevos presupuestos del Estado.

Para Rajoy, la actitud de Sánchez no tiene otra explicación que cuestiones internas del PSOE y querer nuevas elecciones porque cree que le iría bien ante una supuesta «bofetada» a Podemos en las urnas.

Rajoy, que confirmó que habló con Rivera el viernes pasado tras su investidura fallida, explicó que no le sorprendió la intervención del líder de Ciudadanos y que quedaron en conversar próximamente. En esa charla «cordial» no hablaron de si apoyaría una supuesta alternativa de Sánchez. «Ni él me dijo nada ni yo se lo pregunté», explicó.

Señaló que pese a que Ciudadanos ha dado por caducado el acuerdo con el PP, él intentará que se mantenga.

Respecto a un posible apoyo del PNV más adelante, insistió en que la opción por la que apuesta es el PSOE y romper con una «extraña historia» de que no puede ponerse de acuerdo con el PP.

Rajoy estimó que lo peor de que no haya gobierno son retrasos como el de los presupuestos y advirtió de que la economía este año va a ir bien, e incluso el PIB puede tener un crecimiento superior al previsto, pero el próximo habrá que ver su evolución.

Ante la inminente cita con las urnas en Galicia y el País Vasco, confirmó que hará campaña y espera ganar por mayoría absoluta en la primera comunidad para evitar una «apoteósica» coalición de izquierdas, y obtener un buen resultado en la segunda.