El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, en el acto de presentación de María Dolores de Cospedal a la Presidencia de Castilla-La Mancha. | Efe

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El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ve al PP como el partido de la moderación, «pivote» de la democracia y el único que garantiza «cerrar el círculo» de la recuperación, por lo que ha asegurado que los españoles no cometerán el «error» de volver al pasado y le darán su apoyo para poder decir: «Misión cumplida».

En el último fin de semana previo al inicio de la campaña electoral del 24M, Rajoy ha participado en el acto de presentación de la candidatura a la reelección como presidenta de Castilla-La Mancha de María Dolores de Cospedal, quien ha prometido una nueva rebaja de impuestos en su región. El jefe del Ejecutivo ha tenido un discurso de marcado carácter económico, reivindicativo de los resultados de las reformas que ha puesto en marcha, y con múltiples llamadas a avanzar en la misma dirección frente a las recetas socialistas que llevaron a las «etapas de pesadilla» o a los «esclavos de las modas». Pero tiene la «absoluta certeza» de que los españoles no caerán en el «error» de dar su confianza a las gastadas recetas del déficit y del paro», que ha dicho que estuvieron a punto de llevar al país a «la ruina": «No van a volver, porque aquí está el PP para continuar afrontando el futuro», ha augurado. Y no regresarán porque está convencido de que el PP va a ganar las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo. Esa, a su juicio, será la consecuencia de que el PP es el único partido que representa la moderación, «el partido central de la democracia y pivote de la defensa de las libertades», al tiempo que es fiel a los principios de la libertad y la democracia así como al espíritu de la Transición. «Nuestros principios son los de siempre. No somos esclavos de las modas, no regateamos con nuestros valores ni los suplantamos por otros en función de las circunstancias», ha añadido. Además, ha reivindicado la independencia del PP recalcando que su partido sólo recibe órdenes de los españoles, «de nadie más». Rajoy ha invitado a los candidatos populares a presentarse con la conciencia del deber hecho. «El único objetivo es terminar la tarea aún no finalizada iniciada estos cuatro años y evitar que vuelvan las etapas de pesadilla», ha explicado Rajoy, quien ha asegurado que con la confianza de los españoles, «más pronto que tarde», podrá completar el «círculo de la recuperación» y decir: «Misión cumplida». Para él, el gran cambio en España ha sido «cambiar el pasado por el futuro» durante los últimos años. Como muestra de su optimismo económico, ha asegurado que «si las cosas van bien», pueden mejorarse las previsiones que en materia de empleo envió el pasado jueves a Bruselas el Consejo de Ministros y superar la cifra de medio millón de puestos de trabajo nuevos al año. Rajoy ha lanzado múltiples elogios a Cospedal y ha alabado especialmente que haya sido capaz de hacer frente a la difícil tarea que considera que es realizar una buena gestión tanto como secretaria general del PP como presidenta de Castilla-La Mancha. Para él, Castilla-La Mancha es un ejemplo del cambio experimentado por España en los últimos años. «Y si hay una causa del cambio nacido aquí hace cuatro años y luego extendido a toda España, es María Dolores de Cospedal», ha proclamado entre aplausos de los asistentes al acto. La presidenta castellano-manchega ha aprovechado para prometer que, si es reelegida, acometerá una bajada de impuestos en su comunidad con rebajas de tipos y elevación de mínimos del IRPF, una deducción por gastos de guardería y un aumento de la deducción por gasto escolar. Con estas medidas, según fuentes del PP regional, Castilla-La Mancha se situaría como la comunidad con los tipos inferiores del IRPF más bajos de toda España. La «número dos» del PP ha respondido asimismo a la propuesta del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de abrir un debate sobre la regularización de las drogas blandas. «La droga es mala y no la queremos legalizar», ha recalcado Cospedal, quien, en clave regional, ha advertido de que Castilla-La Mancha no puede abandonar «la ola de esperanza» por «recetas caducas» o «improvisadas», y ha prometido para los próximos cuatro años «un salto espectacular» en crecimiento y empleo.