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La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido hoy los sueldos vitalicios que cobran los expresidentes, pero no ha aclarado si le parece ético que sean compatibles con remuneraciones de carácter privado como las que perciben Felipe González y José María Aznar en Gas Natural y Endesa.

Sáenz de Santamaría se ha referido a este asunto en la sesión de control al Gobierno del pleno del Congreso, en respuesta al líder de IU, Cayo Lara, que se ha interesado por las medidas que va a adoptar el Gobierno para hacer incompatible a los expresidentes el cobro de un sueldo público vitalicio con una remuneración de carácter privado.

La vicepresidenta ha recordado que los sueldos vitalicios de los expresidentes existen desde 1983 y ha explicado que sirven para que estos «puedan prestar mientras vivan las funciones inherentes a su persona de representación a la democracia que los ha votado y al parlamento que los ha elegido».

Además, ha subrayado que España en este caso «no es una excepción», sino que esas dotaciones son la «regla general en la mayor parte de los estados democráticos del mudo», entre los cuales ha citado a Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos.

«A lo mejor usted está más cómodo con otros estados en los que la figura del presidente es vitalicia», le ha dicho la vicepresidenta al diputado de la Izquierda Plural.

Cayo Lara le ha propuesto que el Consejo de Ministros apruebe y remita a la Cámara una iniciativa que obligue a los expresidentes a elegir entre su sueldo público y sus retribuciones privadas.

Según sus datos, González y Aznar reciben un sueldo vitalicio del presupuesto público de casi 75.000 euros anuales, que compatibilizan con su actividad «jugosamente retribuida» en Gas Natural y Endesa, con las que perciben «entre 25 y 50 veces el salario mínimo interprofesional».

«Con esas actitudes la ética se va por las alcantarillas», ha aseverado.

Lara ha sostenido que la mayoría de los españoles considera «escandaloso» el paso de exmandatarios a empresas privatizadas por los gobiernos de los que formaron parte, a través de las llamadas «puertas giratorias», y que es «aún más escandaloso» que eso lo hagan los que fueron presidentes del país.

Tras reconocer que su propuesta ya fue rechazada en el Congreso en 2011, ha incidido en que ahora que se «habla tanto de regeneración democrática qué mejor regeneración que empezar dando ejemplo por la cabeza».

En su intervención, la vicepresidenta ha recordado que su Gobierno ya ha hecho incompatibles las cesantías de presidentes y miembros del Gobierno y de secretarios de Estado con remuneraciones públicas y privadas, y le ha reprochado a Lara que IU votara en contra de esa medida.

También ha asegurado que IU se abstuvo en 2011 en Andalucía en una iniciativa precisamente para hacer incompatible el cobro de un sueldo púbico vitalicio y las remuneraciones privadas de los expresidentes autonómicos.

«Como en Andalucía tienen más poder se quejan menos», ha espetado la vicepresidenta al diputado de IU.

Tras recalcar que IU y Amaiur son los partido que se han levantado de la mesa de negociación que mantienen abierta los grupos del Congreso sobre medidas de regeneración democrática, Sáenz de Santamaría ha exigido a Lara «menos pose y más trabajar».