Ha muerto hoy en Madrid a la edad de 91 años José Barea, economista, catedrático emérito de la Universidad Autónoma de Madrid, exdirector de la Oficina Presupuestaria con el primer gobierno de José María Aznar y premio Jaime I de Economía.
La capilla ardiente estará abierta en el tanatorio Interfunerarias San Isidro de Madrid hasta mañana a las 12:00 horas, cuando se oficiará una misa.
Doctor en Ciencias Económicas y diplomado en Técnicas de Planificación, fue catedrático de Hacienda y Contabilidad de la Escuela Central de Comercio de Madrid, profesor de la Escuela de Administración Pública de Alcalá de Henares y profesor adjunto de la cátedra de Economía Financiera de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Autónoma de Madrid.
En 1965 fue nombrado subdirector de Inversiones, Financiación y Programación de la Dirección General del Tesoro y Presupuestos.
De 1971 a 1976 fue director general del Tesoro y Presupuestos en el Ministerio de Hacienda. Durante esa fecha fue también consejero del Instituto Nacional de Industria (INI).
En octubre de 1980, Barea fue nombrado subsecretario del Ministerio de Seguridad Social y el 6 de marzo de 1981 secretario de Estado para la Seguridad Social.
Después de la llegada del PSOE al poder, Barea fue nombrado en febrero de 1983 presidente del Banco de Crédito Agrícola, y en octubre del mismo año fue elegido vicepresidente del Comité Central de la Confederación Internacional de Crédito Agrario (CICA). A partir de 1986, cuando abandona el Banco de Crédito Agrícola y hasta su jubilación, se dedicó a su cátedra en la Universidad Autónoma de Madrid.
El 3 de noviembre de 1994 le fue concedido el Premio CEOE a las Ciencias, «por sus continuas y valiosas aportaciones a la política presupuestaria».
El 6 de mayo de 1996, el entonces presidente del gobierno José María Aznar ofreció a Barea el cargo de responsable de la Oficina Presupuestaria, dependiente de Presidencia, es decir, la persona encargada de controlar el gasto público y dar cuenta puntual al Presidente del Gobierno de los gastos de cada departamento ministerial.
Desde que dejó la administración, dedicaba la mayor parte de su tiempo a las responsabilidades derivadas de sus puestos en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras.
El 7 de julio de 1998 fue galardonado con el premio Rey Jaime I de Economía por sus contribuciones al análisis y evaluación del sistema español de pensiones, a su evolución futura y problemas que plantea su financiación.
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