El líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha asegurado este martes que asistió «obligado» a un acto con el Príncipe de Asturias y el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, porque sólo así podía recibir la beca de la entidad para estudiar en el extranjero, pero que no fue «un plato de gusto».
«Me vi obligado a ir, competí por una beca pública, gracias a mi expediente y mi currículum pude ganar una beca, pero para recibirla había que asistir a un acto público», ha relatado Iglesias, añadiendo que por lo que no pasó fue por «vestir de etiqueta».
El eurodiputado ha hecho hincapié en que era una beca «pública» y ha lamentado que para recibirla sea «obligatorio» acudir a ceremonias «propias de otro siglo» con «el jefe del Estado» y el hoy «tristemente famoso banquero», y ha añadido que eso dejará de ser así cuando Podemos gobierne.
Por otro lado, Iglesias ha cargado contra la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, reprochándole que lleva «muchísimos años viviendo de sueldos públicos», después de que ella haya criticado el término «casta», muy utilizado por los miembros del nuevo partido, para recalcar que la suya es una «casta de fontaneros».
En declaraciones a Cuatro, Iglesias le ha respondido que «uno no es lo que fueron sus padres o sus abuelos», sino que se define por sus comportamientos, y acto seguido ha asegurado que a Díaz «le parece muy bien» que exdirigentes socialistas terminen en consejos de administración de grandes empresas, y que su partido apoyó la reforma del artículo 135 de la Constitución «para entregar la soberanía a poderes exteriores» e hizo una reforma laboral «contra los derechos de los trabajadores».
«Eso es la casta», ha dicho, «los comportamientos que sirven para que algunos políticos sean los mayordomos de los ricos y no los carteros de los ciudadanos».
El problema del PSOE
Así, preguntado por los posibles aspirantes a liderar el PSOE - carrera en la que Susana Díaz no competirá -, ha advertido que este partido «no va a resolver sus problemas poniendo una cara con menos arrugas», sino con otro programa. «La clave es si van a seguir yéndose a consejos de administración de empresas y a seguir pactando con el PP la abdicación o la reforma del artículo 135», ha dicho.
A su juicio, buena parte de los votantes del PSOE son «gente maravillosa» que se pregunta si su partido está «con la mayoría social o la minoría privilegiada».
En todo caso, Iglesias cree que el hecho de que algunos - en el seno de otros partidos o en los medios - se den por aludidos con las acusaciones y redoblen los ataque contra Podemos demuestra que lo están «haciendo bien» y que están «poniendo en aprietos a los que han mandado en el país fueran puntados de azul o de rojo».
A su juicio, «el problema es que mandan los mismos, que el PSOE y el PP son demasiado parecidos entre sí» y los insultos se deben a que «cada vez hay más gente que sabe que el cambio es posible» y que es consciente de que gobierna «una casta de corruptos».
Preguntado por las pintadas de una organización de extrema derecha contra él en la sede de TeleK, la emisora donde presenta un programa en el barrio madrileño de Vallecas, ha afirmado que lo pondrá en conocimiento de las fuerzas de seguridad, convencido de que «actuarán con todo el celo». Para Iglesias, esas pintadas se deben a que «los perros del poder están muy preocupados».
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Todo por la pasta, claro que podemos...