Don Felipe se ha pronunciado así durante su intervención al presidir en el Monasterio de San Salvador de Leyre, acompañado de doña Letizia, la entrega del Premio Príncipe de Viana al historiador Tarsicio de Azcona, pseudónimo con el que el nonagenario sacerdote Jesús Morrás Santamaría ha llevado a cabo una dilatada labor de investigador especialista en historia de la Iglesia.
«En periodos de dificultades como los que atravesamos», la experiencia de tiempos pasados «nos enseña que solo uniendo nuestros afanes, anteponiendo el bien común a los intereses particulares e impulsando la iniciativa, la investigación y la creatividad de cada persona lograremos avanzar hacia escenarios mejores», ha subrayado asimismo quien asumirá en los próximos días la jefatura del Estado.
Don Felipe ha aludido expresamente al hecho de que su padre, don Juan Carlos, anunciara el pasado lunes su decisión de «abdicar la Corona de España y poner fin a su reinado» para destacar que las circunstancias hayan llevado a que sus primeras palabras tras ese anuncio tengan lugar «en esta querida tierra navarra», a la que ha definido así: «uno de los solares originarios de nuestra Patria española».
«Me permitirán, señoras y señores -ha continuado-, que, respetando el procedimiento parlamentario iniciado, les reitere mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas, con ilusión, a la apasionante tarea de seguir sirviendo a los españoles, a nuestra querida España; una Nación, una comunidad social y política unida y diversa que hunde sus raíces en una Historia milenaria».
Tras recalcar que «el mejor conocimiento del pasado favorece que las sociedades avancen con paso firme hacia el futuro, del mismo modo que los árboles precisan de recias raíces afianzadas en la tierra para poder crecer con más fuerza», ha dirigido su mensaje de advertencia sobre la necesidad de actuar unidos y anteponer el bien común a los intereses particulares para superar las actuales dificultades.
«Este es el ánimo que todos -responsables institucionales, agentes sociales y económicos, entidades y ciudadanos- debemos tener para afrontar con decisión el futuro y ampliar el campo de esperanza que se abre ante nosotros», ha argumentado.
Antes de poner fin a un discurso tras el que ha recibido, visiblemente emocionado, una ovación de más de un minuto de duración por parte de los 220 invitados reunidos en la basílica del monasterio, don Felipe ha reafirmado su pleno compromiso y el de su familia con el futuro de Navarra, un futuro, ha resaltado, en el que «también tendrá su lugar la próxima Princesa de Viana».
Se refería así a Leonor, su primogénita, que será Heredera de la Corona tras la proclamación de don Felipe y asumirá en ese momento los títulos de Princesa de Asturias, de Girona y de Viana.
«Estoy seguro de que vuestra actitud valiente y laboriosa -esa actitud tan navarra y tan española- será decisiva para superar los obstáculo y alcanzar las metas de progreso y prosperidad que nos hemos fijado el conjunto de los hombres y mujeres de España», han sido las palabras con las que ha concluido su intervención.
4 comentarios
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Ullastre, des de sa meva ignorància, podries per favor donar-me exemples que acreditin que el Príncep Felip està preparat i és cabal? I no me referesc a que tengui una carrera de dret i màster, perquè d'aquests en tenc uns quants de companys a s'oficina (i que també tenen formació militar bàsica, perquè han fet sa mili).
Pues a mí me alegra mucho saber que el próximo rey será una persona tan cabal y bien preparada como don Felipe, a quien deseo mucho éxito en su reinado. No creo que se pueda encontrar entre el resto de las monarquías europeas, todas avanzadas y democráticas, una persona mejor formada para encarnar la corona.
Propio de la edad media llegar al trono por derecho de cuna, no de una sociedad democrática moderna. Confio en que en pocos años desaparezca la monarquía.
... Servir a los españoles. Pero las formas también importan, y ahora la monarquía es rehén de la iglesia, no hay más que ver cómo se apropian de cualquier acto en el que aparezca la familia real -no hay más que ver la ceremonia de marras, un premio en un monasterio para un sacerdote que escribe acerca de la iglesia, pos fale-, y el ejército, omnipresente también reclamando su cuota de uniformes de gala por aquí y por allá............ No sé, el rey tenía sus trapos sucios, como todos, pero al menos era campechano. Yo no pido que Felipe sea campechano a la antigua, sino que al menos demuestre más empatía con la generación de españoles que le son fines por edad. Detalles.
idò arriba tard...