La soprano Montserrat Caballé ha negado este viernes ante el juez, desde la cama de su casa en Barcelona, el fraude fiscal de medio millón de euros que le atribuye la Fiscalía por el ejercicio de IRPF de 2010 y ha mantenido que ese año residía en Andorra y sólo se desplazaba a la ciudad condal para ir al médico.
Según han informado a Efe fuentes judiciales, la diva ha declarado postrada en una cama reclinable en su piso de la avenida Josep Tarradelles de Barcelona, al que el juez ha acudido a interrogarla como imputada después de que los forenses acreditaran que sus problemas de salud le impedían desplazarse al juzgado.
El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona, Josep Maria Miquel Porres, ha imputado a la soprano por un delito contra la Hacienda pública a raíz de una querella presentada por la Fiscalía, que la acusa de defraudar 508.462 euros en su declaración de IRPF correspondiente al año 2010, simulando tener residencia andorrana.
La imputada, que ha devuelto ya a Hacienda 300.000 de los 508.462 euros que se le reclaman, ha admitido que está reuniendo el resto de la cuota defraudada para saldar sus cuentas con el fisco, pero ha puntualizado que lo hace por consejo de sus abogados, no porque reconozca el fraude que se le atribuye.
En ese sentido, la diva, de 81 años, ha negado al juez que en 2010 ingresara más de dos millones de euros por recitales y grabaciones musicales, como mantiene la Fiscalía, y ha afirmado que de los beneficios que debería haber recaudado ese año por sus bolos solo cobró 300.000 euros, ya que el resto de pagos están pendientes.
Según Caballé, la estructura societaria en la que ingresó los beneficios de 2010 -a través de la empresa andorrana Reial Classics de la que Hacienda solo conoce el domicilio fiscal- la ideó un asesor fiscal suyo, fallecido desde hace tres años, sin que ella estuviera al corriente de sus gestiones.
La diva, asimismo, ha insistido en que en 2010 tenía fijado su domicilio habitual en la localidad andorrana de Sant Julià de Lòria y que solo se alojaba en su vivienda de Barcelona con motivo de sus visitas al médico y cuando debía viajar en avión desde el aeropuerto de El Prat de Llobregat (Barcelona).
Por el contrario, la Fiscalía mantiene que el domicilio andorrano de Caballé era un mero formalismo con el que la soprano pretendía eludir la tributación por los beneficios generados en 2010.
La soprano ha estado declarando durante cerca de hora y media ante el juez instructor, en un interrogatorio al que también ha asistido la fiscal del caso, Carmen Martín, y un abogado del Estado, además de su defensa, y lo ha hecho recostada en una cama con la cabecera reclinada, han informado las mismas fuentes.
La comitiva judicial ha acudido al domicilio de Caballé desde la Ciutat de la Justicia, en uno de los coches de que disponen las autoridades judiciales para sus desplazamientos, y ha llegado minutos después de las 10.00 de la mañana al piso que la diva tiene en la avenida Josep Tarradelles, en medio de una gran expectación mediática con una veintena de cámaras y profesionales de la información.
El hecho de que la diva se muestre dispuesta a devolver a la Agencia Tributaria el medio millón de euros supuestamente defraudados, de los que ya ha entregado 300.000 euros, parece apuntar a que su defensa busca un pacto con la Fiscalía que evite la celebración del juicio, mediante una sentencia de conformidad.
Sin embargo, ese eventual acuerdo para evitar sentarse en el banquillo de los acusados exige que la diva reconozca los hechos delictivos que le atribuye la Fiscalía, lo que por el momento parece ir en dirección contraria a lo expresado en su declaración judicial.
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