El desenlace de la enfermedad neurológica del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez «es inminente», ha explicado su hijo Adolfo Suárez Illana en una rueda de prensa en la clínica Cemtro de Madrid, donde permanece ingresado desde el lunes.
Muy emocionado y sin poder contener las lágrimas, Suárez Illana ha explicado a la prensa que dicho desenlace se puede producir en las próximas 48 horas e incluso antes.
Suárez Illana ha hablado con el Rey y con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para trasmitirles la noticia sobre el estado de salud de su padre.
Según ha indicado, estos dos últimos días en el hospital «han sido felices» porque Adolfo Suárez ha estado rodeado de sus hijos, nietos y hermanos y les ha regalado «más sonrisas» que en los últimos cinco años.
«Cuando he bajado aquí todavía me estaba sonriendo ha dicho Suárez Illana de su padre, de quien ha destacado que protagonizó junto con el Rey Juan Carlos I un momento único de la historia de España, cuyo rumbo cambiaron ambos.
«Sin su ayuda, España no habría volado nunca ni tan alto ni tan lejos», ha añadido.
Adolfo Suárez ha recibido ya la extremaunción y «está en paz», según ha dicho su hijo, que ha recordado que la familia lleva 11 años preparándose para este momento, que «nunca es fácil y siempre cuesta», pero ha insistido en que «por encima del dolor puntual hay mucha alegría». «Ahora todo está en manos de Dios».
Tras agradecer la comprensión y el respeto que siempre han tenido los medios de comunicación con la figura de su padre y con su enfermedad, Suárez Illana ha abandonado llorando la sala de prensa del brazo de su amigo el periodista José María García y entre los aplausos de los informadores.
4 comentarios
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... Ahora sí, nombrar eso de dios, como si esa idea fuese una verdad absoluta... y hablar de rituales chamánicos como esa cosa de extremaunción, algo del siglo pasado, como que no. Sobra en el comunicado.
... La vida humana es finita, y cuando llega éste momento cuesta, pero hay que afrontar el desenlace, no intentar alargarlo dolorosamente como cuando el dictadorísimo. Máxime cuando Suárez ya murió un poco cuando cayó en el alzheimer, hace años. Vivir sin calidad de vida no es vivir plenamente. Le deseo un tránsito suave y un ánimo a la familia.
Segurament que durant anys l'he vist com una peça clau en la transició. Ara la transició la veig insuficient i crec que hauria pogut fer una mica més. Perquè no ho va fer? Fer els ulls grossos no el salva...
¡Viva Suárez!