Cooperantes. Monserrat Serra y Blanca Thiebault - AGENCIAS

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Montserrat Serra y Blanca Thiebaut, miembros de Médicos Sin Fronteras (MSF), fueron liberadas ayer a los veintiún meses de ser secuestradas en el campo de refugiados somalís de Dadaab, al este de Kenia, con lo que se ha puesto fin al cautiverio más largo de unos cooperantes españoles.

Según la organización humanitaria, que ha confirmado la liberación, las dos mujeres se encuentran "en buen estado de salud" y están a la espera de reunirse "con sus seres queridos lo antes posible".

En un comunicado, MSF ha condenado "enérgicamente los ataques contra estas trabajadoras humanitarias que dan asistencia médica a la población somalí más vulnerable y que huyen del hambre y de la guerra".

Un equipo de la ONG está ofreciendo "todo el apoyo necesario" a las dos cooperantes y sus familias y "trabaja firmemente" para que el regreso a sus hogares se produzca cuanto antes.

A su vez, fuentes conocedoras del caso han indicado que ambas salieron de Somalia, donde al parecer se encontraban retenidas, y llegaron a Yibuti ayer.

Desde este país -fronterizo con Somalia-, base de la operación europea Atalanta contra la piratería en el Índico, las dos liberadas han iniciado el viaje de regreso a España, donde se espera que lleguen la madrugada próxima en un vuelo especial.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha constatado, en declaraciones a la prensa, que las dos cooperantes llegarán "muy pronto", tras haber vivido un cautiverio "extraordinariamente largo", en el que MSF ha hecho una labor "realmente notable".

Es una "magnífica noticia para todos", ha resumido el ministro, que ha rehusado hablar de las negociaciones para la liberación porque de esos temas, ha argumentado, "no se habla jamás" y ha agregado que las pruebas de vida que facilitaron los secuestradores "eran realmente difíciles de ver".

Familiares de Serra están todavía asimilando la liberación, según ha afirmado el alcalde de Palafrugell (Girona), localidad en la que reside.

Fernández ha definido la liberación como "el mejor regalo" que la ciudad podía tener en este momento y ha precisado que serán los familiares quienes decidan si se realiza algún tipo de recibimiento institucional.