Lombardi. El portavoz de la Santa Sede subrayó que Benedicto XVI no está enfermo - Reuters

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El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, destacó ayer el ejemplo de "humildad", "realismo" y de "amor por la Iglesia" de Benedicto XVI al renunciar a su Pontificado y ha explicado que la decisión es la respuesta del Papa a la voluntad de Dios "por el mejor ejercicio del ministerio petrino".

En declaraciones a COPE recogidas por Europa Press, Lombardi señaló que la decisión del Sumo Pontífice no se debe a ninguna enfermedad específica y subrayó que el Papa está "bien, bien como una persona de 86 años". En este sentido, recordó que Benedicto XVI lleva un marcapasos desde antes de que comenzara su Pontificado, al que recientemente se le ha cambiado una batería. Así, la renuncia del sucesor de Pedro a continuar ejerciendo su ministerio se debe a la "fragilidad que conlleva la edad".

Por otra parte, aseguró que, hasta este lunes, muy pocas personas sabían de la decisión y que "hay una cierta tristeza" entre la curia. Aún así, destacó que el Papa se ha explicado "de forma muy clara" y que "todos aceptan su decisión".

Tras su retirada del ejercicio pontificio, Joseph Ratzinger se retirará a un antiguo monasterio de clausura situado dentro del Vaticano. El recinto -según explicó el portavoz de la Santa Sede- no pertenece a una orden concreta de religiosas sino que, hasta ahora, "había una sucesión de distintas congregaciones de monjas que estaban por un periodo de tiempo y después cambiaban". En este sentido, Lombardi aseguró que en estos momentos el monasterio está vacío y que, "naturalmente, si el Papa va a estar ahí ya no habrá más congregaciones de religiosas contemplativas".

Por otra parte, Lombardi aseguró que el Papa mantendrá su agenda hasta que se haga efectiva la renuncia el próximo 28 de febrero a las 20.00 horas, y celebrará dos audiencias más. La última será el próximo 27 de febrero para despedirse de los fieles.

Además, el Pontífice se encontrará mañana jueves con el clero romano, como cada año después del Miércoles de ceniza, en un evento en el que no lee ningún discurso sino que se dirige espontáneamente a su audiencia.

Lombardi aseguró que el Pontífice "realizará todos las citas previstas en el calendario" antes del anuncio de la renuncia el próximo 28 de febrero, entre los que se encuentran los encuentros previstos con obispos, así como con los jefes de Estado de Rumanía y Guatemala.

De hecho, hoy miércoles, celebrará su audiencia general y por la tarde presidirá el tradicional rito del miércoles de ceniza con la procesión penitencial, la Santa Misa, la bendición y la imposición de las cenizas. Este año, las celebraciones del miércoles de ceniza tendrán lugar en la Basílica de San Pedro y no en la Iglesia de San Anselmo y en la Basílica de Santa Sabina en la colina del Aventino de Roma, por la previsible asistencia de más fieles, así como la participación del colegio cardenalicio".

Además, Benedicto XVI participará en la celebración del primer domingo de Cuaresma el 17 de febrero y del segundo el 24 de febrero, ambos en la Plaza de San Pedro.

Lombardi afirmó que Benedicto XVI ya ha confirmado a los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará el próximo mes de julio en Río de Janeiro (Brasil), que el Papa acudirá a esta celebración.

"Su sucesor decidirá libremente, pero se puede suponer que si hay una JMJ organizada se espera que el Papa irá", ha añadido, al tiempo que ha insistido en que, después de haber confirmado, "si no estará él (Benedicto XVI), será su sucesor".

Anillo
Según explicó Federico Lombardi en la entrevista radiofónica, el anillo del Pontífice, conocido como el 'anillo del Pescador', podría ser destruido. Esto ocurre cuando un Papa muere en el ejercicio de su cargo, aunque los expertos estudiarán qué hacer con él al tratarse la renuncia de una situación nueva.

Concretamente, señaló que expertos dentro del Vaticano estudiarán las constituciones e interpretarán, "de acuerdo a esta situación nueva" qué hacer y lo indicará con precisión en su momento.