PRESIDENTE. Pasajeros pidiendo información sobre los vuelos en la oficina de Iberia en Barajas - Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, avaló ayer las explicaciones de la dirección de su partido, el PP, negando el pago de sobresueldos en dinero B, pero advirtió de que no le "temblará la mano" y actuará si descubre que se han cometido irregularidades.

Tres días después de conocerse que el extesorero del partido imputado en el caso Gürtel, Luis Bárcenas, acumuló hasta 22 millones de euros en cuentas en Suiza, y un día después de publicarse que los dirigentes del PP recibieron sobresueldos en negro -extremo que negó la dirección- Rajoy habló ayer de esta "lamentable polémica" que ha sacudido a su partido esta semana.

Pidió a los populares que estén "tranquilos" porque la Justicia está actuando y cuenta con el apoyo de su partido, además de subrayar que el PP "siempre ha reaccionado con transparencia o rigor cuando ha estado en cuestión" y siempre ha actuado "en consecuencia" ante "comportamientos irregulares".

Aunque en su discurso no negó de forma explícita la existencia de sobres de dinero B para dirigentes populares, Rajoy dio por buenas las explicaciones que el viernes dio la dirección del partido negando con rotundidad que los dirigentes populares hayan cobrado, en esta etapa o anteriores, sobresueldos en dinero B.

Y avaló los desmentidos que hicieron tanto la secretaria general actual, María Dolores de Cospedal, como sus dos inmediatos predecesores, Javier Arenas y Ángel Acebes, aunque no ha ido más atrás -el anterior a ellos fue Francisco Álvarez Cascos, que ya no es miembro del PP-.

Así, destacó la trayectoria de "honradez y dedicación" de estos tres dirigentes que han llevado los mandos del partido desde 2004 y que el viernes, recordó, dijeron "claramente" que las cuentas del PP "se han ajustado a la legalidad y no se ha producido irregularidad alguna".

En cuanto al que fue tesorero de los populares y ahora está imputado en el caso "Gürtel", Luis Bárcenas, Mariano Rajoy recordó, sin citarle, que ya no está en el partido y señaló que en su momento el PP "actuó" y "se adoptaron responsabilidades políticas", El asunto, concluyó, está en los tribunales y "eso debe ser motivo de tranquilidad". En cualquier caso, Rajoy fue tajante en su advertencia: "Si alguna vez tengo conocimiento de irregularidades o conductas impropias no me temblará la mano porque sé que es una de mis responsabilidades", insistió. Todas estas explicaciones las dio el presidente del Gobierno tras apelar a la honradez de la mayoría de la clase política española, no sólo la de su partido, y señalar que "no es aceptable que se diga que en política todo es sucio, porque no es cierto y además es injusto".

Ante los representantes locales del PP puso como ejemplo el trabajo de "miles de concejales" de toda España y de todas las formaciones políticas, que trabajan con intensidad y, en muchos casos, no reciben remuneración alguna. "Por tanto no puedo estar de acuerdo con las acusaciones generalizadas, que son injustas, y porque sé cómo ha trabajado muchísima gente a lo largo de muchos años en defensa del interés general", añadió el jefe del Ejecutivo.

A sus representantes locales, les dijo que representan "lo mejor de la política", por su "honorable" vocación de servicio y porque cumplen a diario con sus obligaciones con "honradez y ejemplaridad".