El Papa ha señalado que es en la familia donde "se experimenta por primera vez cómo la persona no ha sido creada para vivir cerrada en sí misma, sino en relación con los otros" y, además, donde se comprende cómo la realización consiste en la donación y no en el egoísmo, así como donde "se comienza a encender en el corazón la luz de la paz para que ilumine el mundo".
Así lo ha señalado en el Teatro 'Alla Scala' de Milán, al finalizar el concierto para las delegaciones oficiales del VII Encuentro Mundial de las Familias en el cual la orquesta y coro del mismo teatro interpretó la Sinfonía 9 de Ludwig van Beethoven con la dirección del maestro Daniel Barenboim.
Asimismo, ha indicado que Dios "no domina a distancia" la vida de los hombres, sino que "entra en su vida y en su sufrimiento". En esta línea, el Pontífice ha notado que sobre este concierto "que debía ser una feliz fiesta en ocasión del encuentro de personas provenientes de casi todos los países del mundo existe la sombra del terremoto que ha llevado a un gran sufrimiento a tantos habitantes del país".
Además, el Papa ha resaltado que la novena sinfonía de Beethoven permite "lanzar un mensaje con la música que afirma el valor fundamental de la solidaridad, fraternidad y de la paz" y este mensaje valioso lo es también para la familia.
Igualmente, el Pontífice ha subrayado que Beethoven diseña con su música "una visión ideal de humanidad" que no es una alegría propiamente cristiana pero si de "convivencia fraterna de los pueblos, de la victoria sobre el egoísmo y es el deseo de que el camino de la humanidad sea marcado por el amor".
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