El grupo textil español Inditex, dueño de Zara, logró un beneficio neto de 1.932 millones de euros en su ejercicio correspondiente a 2011, el 12 por ciento más que en el periodo anterior, mientras que sus ventas crecieron el 10 por ciento y se situaron en 13.793 millones de euros de la mano de Asia, principalmente China.
El resultado operativo (ebitda) mejoró un 10 por ciento y sumó 3.258 millones, informó ayer la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en un comunicado, en el que añadió que el repunte de las ventas a tipos de cambio constantes fue del 11 por ciento.
El resultado de explotación (ebit) fue de 2.522 millones, el 10 por ciento más, con subidas de 39 por ciento para Massimo Dutti (238) y del 12 por ciento para Zara.
España concentró el 25 por ciento de la facturación del grupo frente al 28 por ciento que aportó un año antes, con lo que su peso en el conjunto del negocio de Inditex se redujo en tres puntos, mientras que Asia pasó a concentrar el 18 por ciento de las ventas frente al 15 por ciento de 2010.
El resto de Europa y América mantuvieron su peso en el 45 y el 12 por ciento, respectivamente, según Inditex, que al cierre del año contaba con 275 tiendas en China, con lo que este país se sitúa como su mercado más importante fuera de Europa.
Su marca Zara lideró las aperturas, con 113 nuevos locales, seguido de Bershka y Stradivarius (ambas con 91), Pull & Bear (65), Massimo Dutti (43), Zara Home (26) y Uterqüe (9), según la compañía, cuyos resultados han superado ligeramente las expectativas de los analistas.
Al 31 de enero, Inditex sumaba 109.512 empleados.
Este año, la compañía textil española tiene previsto invertir 950 millones de euros y abrir entre 480 y 520 tiendas en todo el mundo.
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