El Fondo Monetario Internacional (FMI) pone nuevos datos sobre la mesa y, con ellos, alerta de la posibilidad de una recesión para el año que viene y advierte al 'viejo continente' de que demasiada austeridad puede dañar la recuperación. La institución está dispuesta a comprar deuda soberana de España e Italia para ayudarles a recuperar la confianza de los inversores. Esto animó a los mercados e impulsó al Ibex un 3 por ciento, hasta los 8.400 puntos básicos. No obstante, el organismo se retractó después, matizando que, para que esto ocurra, hará falta "una estructura legal diferente", en palabras de Antonio Borges, director del FMI para el 'viejo continente'.
Los expertos del FMI creen que la economía europea crecerá un 2,3 por ciento en 2011 y un 1,8 por ciento en 2012. De acuerdo con sus vaticinios, la de la UE se expandiría un 1,7 por ciento en 2011 y un 1,4 por ciento en 2012 y el PIB de la eurozona bajaría de un 1,6 por ciento en 2011 a un 1,1 por ciento en 2012. Así, la institución que dirige Christine Lagarde alerta de la posibilidad de recesión el año que viene.
El organismo pide precaución: "Si bien el deterioro de las finanzas públicas no deja otra opción que reforzar la situación fiscal, la desaceleración del crecimiento exige actuar con cautela", destaca el 'Informe de perspectivas regionales para Europa' que presentó en Bruselas Antonio Borges.
El análisis concluye que, en los países donde las presiones son más fuertes, "conviene seguir concentrando la consolidación en el período inicial". Aquéllos donde los planes de consolidación fiscal a mediano plazo son creíbles o han sido más intensos, tienen margen de maniobra para permitir que los estabilizadores automáticos operen para hacer frente a las sorpresas del crecimiento.
El FMI subraya que es necesario llevar a la práctica "la nueva arquitectura institucional" que los dirigentes europeos construyeron en julio. En particular, sugiere que se aproveche "la flexibilidad ampliada del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF)", que podría emplearse incluso para reforzar la capitalización de los bancos.
"Aunque los dirigentes europeos han dado muchos pasos importantes, ahora es necesario poner en acción rápidamente las nuevas herramientas de gestión de crisis convenidas en la Cumbre del 21 de julio y mancomunarse en un plan concertado para hacer frente a los distintos componentes de la crisis actual para restablecer la confianza de los consumidores, los mercados y los inversores", sostuvo Borges.
Por su parte, Elena Salgado, vicepresidenta económica del Gobierno, afirmó que la economía española acelerará su crecimiento interanual en el tercer trimestre y que superará el crecimiento del 0,7 por ciento registrado en el segundo trimestre del año. La ministra explicó en Onda Cero que los datos del paro no son importantes para la evolución del PIB. La ministra descartó que la economía española vuelva a sufrir una recesión como predijo el martes el grupo inversor Goldman Sachs.
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