MÁS VENDIDO. Marlboro se mantiene como marca líder del mercado - Reuters

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Las ventas de cigarrillos cayeron un 10,6 por ciento entre enero y noviembre, hasta 3.332,79 millones de cajetillas, que generaron una facturación de 11.005 millones de euros, un 3 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, según los últimos datos publicados por el Comisionado para el Mercado de Tabacos.

En términos mensuales, tras los retrocesos del 15,9 por ciento y del 13,3 por ciento en septiembre y octubre, las ventas frenaron su descenso hasta el 4,7 por ciento en noviembre, el mes previo a la subida de impuestos aprobada por el Gobierno, que ha provocado que las grandes tabaqueras hayan subido los precios de sus principales marcas entre 35 y 40 céntimos.

En concreto, en noviembre se comercializaron 280,42 millones de cajetillas, que alcanzaron un valor de 960 millones de euros, un 7,28 por ciento más.
Marlboro, de la compañía Philip Morris, se mantiene como marca líder en el 'ranking' del mercado de cigarrillos en valor, con una cuota del 15,8 por ciento.

Le siguen Winston (Japan Tobacco International), con una participación en el mercado del 10,62 por ciento; Fortuna (Altadis), cuya cuota se sitúa en el 10 por ciento, y Chesterfield, en el cuarto puesto del listado de marcas con una participación del 8,88 por ciento.

EL TABACO DE LIAR
El tabaco de liar también registró un descenso de las ventas del 2,78 por ciento en los once primeros meses del año, hasta 4,98 millones de kilos, que alcanzaron un valor de 440,4 millones de euros.

Con la subida de los tributos especiales del tabaco aprobada en Consejo de Ministros el pasado 3 de diciembre, el Gobierno prevé ingresar 780 millones de euros adicionales. La medida recogía un alza del 28 por ciento en el impuesto mínimo, que pasa de los 91,3 a 116,9 euros por cada mil cigarrillos, y un incremento del tipo impositivo específico desde 10,2 hasta 12,7 euros por mil cigarrillos.

Por lo que respecta a la picadura de liar, el impuesto específico pasa de seis euros por kilo a ocho euros, mientras que el impuesto mínimo se elevó de 50 a 75 euros por kilo, al objeto de reducir el diferencial de precio con los cigarrillos.